lunes, 30 de diciembre de 2019

Historia del Teatro – EL TEATRO MEDIEVAL – Alegoría y Farsa


Hemos visto en artículos anteriores “Historia del Teatro – EL TEATRO MEDIEVAL – El Drama Litúrgico” e “Historia del Teatro – EL TEATRO MEDIEVAL – Juglares, Trovadores y Bufones”, que el Teatro (en la cultura occidental) en la Edad Media se desarrolla en paralelo con el desarrollo del Catolicismo, a través del Drama Litúrgico y que fueron los Juglares, Trovadores y Bufones quienes de alguna manera conservaron algo del teatro grecolatino, propiciando el Capítulo Profano que complementaría al Teatro impulsado por la Iglesia.

Finalmente, completamos el tema ahora, con dos procedimientos o dispositivos, que fomentaron la articulación de las dos corrientes y constituyen el gran legado del Teatro de la Edad Media: La Alegoría y la Farsa.
 
El proceso de construcción de los dogmas y ritos del cristianismo durante la edad media, no se vio exenta del sincretismo.  Las supersticiones, rondaron todo este proceso, y con el crecimiento de las ciudades y la cultura urbana, se intensificaron, inclusive hacia el interior de la religión. 

Así los Saturnales, era fiesta en honor al dios Saturno que – se inicia en el 217 AC, en Roma, para levantar la moral del pueblo luego de la derrota en la batalla en el lago Trasimeno frente a los cartagineses – se festejaba entre el 17 y el 23 de diciembre de cada año, donde luego de la obligada hecatombe, se servía un gran banquete público.  En el seno de las familias se entregaban regalos, tal como sucede hoy en la Navidad.  Pero en los días siguientes, días de algarabía, risa y diversión, se permitían todos los excesos, como sucede en el Carnaval.  
  
Para combatir estas supersticiones, los clérigos, echaron mano a un recurso que ya había existido en la antigüedad y que toma fuerza efectiva a partir de la Edad Media y es la Alegoría.

La Alegoría, es un dispositivo que pretende representar una idea valiéndose de personajes que adquieren formas humanas.  La Alegoría pretende dar una imagen a aquello que no la tiene, con el objeto de mejorar su comprensión.  Destacamos que durante la Edad Media no se distinguía entre Alegoría y Símbolo.

Los críticos helenísticos ya leían en la antigüedad, textos como La Ilíada, no como una historia de guerra entre troyanos y griegos, sino como una psicomaquia – cualidades abstractas como los vicios y las virtudes, encarnados en personas humanas y que confrontan entre si – y es de esa manera que se incorporan a las distintas artes medievales, a dioses – o situaciones – paganas encarnando a los vicios o virtudes cristianas sin caer en herejías.  La Alegoría en la antigüedad había sido una forma de leer, pero es en la Edad Media que se transforma también en una forma de escribir.

El género por excelencia en donde esto impacta, es en los Autos Sacramentales, que son completamente simbólicos.  Constituyen la gran parábola del Catolicismo.  Convergen en ellos el mundo real, la naturaleza, los sentimientos, la inteligencia, la voluntad y la imaginación como potencias del alma.  Se mezclan pasado, presente y futuro, mundo religioso y profano, en donde la Iglesia siempre sale vencedora, porque la vida como alegoría permite traducir el conjunto de dogmas del Catolicismo al mundo perceptible por los sentidos.

En las Moralidades los protagonistas representan o bien a toda la humanidad o bien a una clase social, y los antagonistas y otros personajes menores tampoco representan a un individuo sino a personificaciones de conceptos abstractos como vicios o virtudes, según el caso.  En general el protagonista se encuentra a lo largo de la pieza con estos personajes que intentan torcer su camino o darle fuerzas para sobreponerse y lograr su objetivo.

Las obras duraban entre una hora y hora y media y estaban escritas en leguaje popular

Desde el punto de vista literario, pueden clasificarse en: alegorías perfectas, cuando deben explicarse cada uno de los elementos alegóricos, e imperfecta cuando resulta evidente lo que significa cada elemento.

Según Foucault, la psicomaquía se manifestaba en pares de dualidades (virtud-vicio) que se repartían la “soberanía del alma":   Fé e Idolatría, Esperanza y Desesperación, Caridad y Avaricia, Castidad y Lujuria, Prudencia y Locura, Paciencia y Cólera, Dulzura y Dureza, Concordia y Discordia, Obediencia y Rebelión, y Perseverancia e Inconstancia.  Durante la Edad Media, se consideraba a la Locura como el principal vicio.


Como no todo era temática religiosa, y la gente necesitaba un escape a la rigurosidad impuesta por parte de la religión que exigía la necesidad de controlar los deseos humanos, es la misma Iglesia que impulsa las Fiestas ad lauden (fiestas para divertirse, reir, jugar) entre las que encontramos los Festum Follorum y los Sotie

El sentido de estas fiestas era entregarse a los excesos, durante un breve lapso, para luego dedicarse a pleno a Dios.  Y si bien eran permitidas por la Iglesia, también tenía sus detractores.  De hecho, los conocimientos que tenemos de ellas, llegan más por los edictos de las prohibiciones, que por los registros de los hechos.

Las Festum Follorum, cuya traducción corresponde “Fiestas de Locos”, estaban a cargo de los monjes, que parodiaban a manera de espectáculo, la vida religiosa, a veces dentro de la misma iglesia.  Se llevaban a cabo una vez al año, generalmente entre navidad y reyes, se daba rienda suelta a la imaginación, y a muchos excesos.  Empezaban nombrando obispo a un asno, por eso también se la conoce con “Asinaria Festa”.  Se supone que la feligresía también participaba de la celebración y que a veces también tomaba las calles de la ciudad. 



En tanto que los Sotie, eran fiestas cortesanas, sobre todo durante el reinado de Carlos VI, el Loco, también en Francia, donde se denunciaba la locura del mundo, incluyendo al clero y a la nobleza. Se iniciaba con un desfile bufonesco hasta un tribunal integrado por sots (Tontos), que representaban al pueblo, que vestidos de locos, con túnicas grises y capuchas con orejas de burros, juzgaban a los responsables de sus males: Los poderosos.

Estas obras se basaban en observaciones sobre cuestiones de la época que hacían e intercambiaban los Tontos entre sí, mientras duraba el Desfile, no tienen argumento sino que son diálogos separados.  El propósito era “mostrar un mundo al revés”, con los Tontos como fuente de sabiduría. 

Todavía se discute si debe o no considerarse al Sotie, como un género separado de la Farsa, porque si bien, como en la Farsa, era una manera de simbolizar que lo importante era la arquitectura de la sociedad y no las personas que ocupaban los cargos, a través de la inversión de los roles; los personajes de los Sotie, son alegóricos a diferencia de la Farsa que generalmente son recortados con nombres propios y características que los hacen muy reales.  Y aunque los personajes alegóricos son característicos de las Moralidades, en estas son serviciales a la comprensión del Relato y la Fábula, en tanto los de los Sotie se diferencian de ellas, porque están destinados a entretener, como lo hacen los personajes en las Farsas.  



Es de esta manera que, la Farsa cobra fuerza durante la Edad Media, sobre todo en Francia – aunque su existencia sea anterior encontrándose vigente en los tiempos de los griegos y los latinos.

Ya independizada de estas fiestas, podemos decir que la Farsa consiste en remarcar los aspectos ridículos, del deber ser y las buenas costumbres que rigen la moral de la época, llevando al extremo, las formas de vivir, hacer y pensar de las personas en sus aspectos cotidianos.

Se solían intercalar entre los Misterios, produciendo un momento de relajación y risa, un recreo dentro del espectáculo cultural.  Asociada a los géneros populares, tenía fama de abordar temas de mal gusto e incluso escatológicos.  Sus personajes, groseros en su desempeño – resultaban caricaturas muy reconocibles en el mundo real – plantean de entrada que sus intereses responden más al goce del cuerpo que al espiritual.  Eran composiciones breves con un humor directo, basadas en situaciones muy concretas, relacionadas a la vida de todos los días, con personajes típicos – y actores con un amplio manejo corporal – que lograban una muy fuerte teatralidad.

Se diferencia de la Comedia porque no intenta que el espectador reconozca (y se haga cargo de) sus propios vicios al verlos en escena sino visibilizar una realidad oculta y que esa verdad al verse revelada produzca la carcajada.

Durante la Edad Media, no había salas teatrales, ni espacios exclusivos para la actividad, que se llevaba a cabo en el interior de las iglesias – en sus distintas naves, sus atrios, las plazas, sobre carromatos, desplegando telones pintados que hacían de escenografía, en los mercados, y en las cortes.  Las iglesias y los atrios permitían montar distintos espacios escénicos y los actores se desplazan de unos a otros, haciendo un “trávelling” en vivo, resolviendo de esa manera los cambios de escenografía.


Resumiendo, en las Moralidades, en donde mejor se desarrollan las Alegorías, son obras didácticas, con una visión teocéntrica, de un Dios Justo, donde los personajes corporizan ideas abstractas, con mensajes claros y moralejas al servicio del pensamiento cristiano.  La anáfora refuerza el mensaje, que siempre es de índole catequista.  Pueden ser de “peregrinaje” donde en el transcurso de su camino, el protagonista se encuentra con el bien y el mal y debe elegir.
Las Farsas, son obras que hablan de una realidad concreta, que suceden en espacios concretos que dan a entender que el autor estuvo allí.  Sus personajes son graciosamente groseros, y provocan la carcajada del público. Responden a arquetipos de pícaros y son reconocibles: comerciantes, abogados, militares, servidores, todos ellos con alguna característica que puede incluir la mediocridad, la explotación o la corrupción, entre los principales vicios.

Entre los siglos XII y XV se produce un verdadero estallido teatral que puebla la Edad Media de espectáculos muy diversos.

Sus espectáculos y procedimientos continúan vigentes en nuestra época, así los pesebres vivientes, las procesiones de la Semana Santa, las fiestas del Carnaval y el Misterio de Elche – en dos actos – que recrea la Dormición, Asunción y Coronación de la Virgen María y se celebra cada 14 y 15 de agosto en el interior de la Basílica de Santa María, en Alicante, España,  desde hace por lo menos mil años.
La Alegoría se muestra en distintas formas teatrales, el cine y la televisión.  La Farsa se expandió a la historieta, los dibujos animados y el humor negro.


Fuente
Programa Teatro del Mundo – Canal A – El Teatro Medieval

Wikipedia – Alegoria

Wikipedia - Psicomaquía

Michel Foucault – Historia de la Locura en la época clásica I –
México – Fondo de Cultura Ecónomica – 2015
ISBN 978- 607 – 16 – 3106 – 0 –(ePub)

Wikipedia – Auto Sacramental

Wikipedia – La Moralidad (Teatro)

Wikipedia – La Farsa

María Eugenia Góngora –  "Omnia tempus habent": La fiesta medieval de los locos"
Revista Chilena de Literatura - No. 18 (Nov., 1981), pp. 25-33
Publicado por: Universidad de Chile

Wikipedia - Sotie

Leandro Airaldo - Teatro en la Edad Media. Moralidad y farsa medieval.
Cadacual y La Farsa de Maître Pathelin.  Un repaso por los procedimientos del teatro medieval.





viernes, 27 de diciembre de 2019

Historia del Teatro – EL TEATRO MEDIEVAL – Juglares, Trovadores y Bufones


Los cambios políticos acaecidos a partir de finales del siglo V, no interrumpieron el comercio y su actividad se continuó practicando en las plazas.  Si bien el Teatro tal como se conocía hasta ese momento no era bien visto por los grupos que ejercían el poder, los bardos, trovadores y juglares se las ingeniaron para continuar cantando y contando historias épicas o pícaras que mantenían presente al teatro grecolatino.  O a veces mezclándose entre los vendedores del mercado, hacían de su arte, una herramienta para la venta de los productos que allí se ofrecían, ejemplo de ello es el anónimo El Dicho de las Hierbas.

Quitad los sombreros
aguzad los oídos
examinad las hierbas
que mi Dama
envía a esta región
Y puesto que aquella
quiere que los pobres
puedan tener derecho
a todo lo mismo
que lo ricos,
me ha dicho que
haga lotes del precio
de un denario
(porque algunos tienen en su bolsa un denario,
pero no cinco libras)
Tambien me ha dicho y ordenado
que tome un denario de la moneda en curso
en la región que me encuentre
en París un parisis,
en Oleans un orleanois,
en Man un mansois,
en Chartres un chartrain,
en Londres, en Inglaterra,
un esterlín.
para pan y vino
para mi
para pan y avena
para mi rocín,
pues quien
sirve al altar
debe vivir
del altar.

El actor nómade es el primer antecedente del profesional del teatro con que cuenta la historia.

Poseedores de un profundo entrenamiento con un amplio dominio del cuerpo, su gestualidad y su voz logran también dominar la escena.  Considerando que un noventa y cinco por ciento de la población no sabe ni leer ni escribir, la labor de estos hombres transhumantes son fundamentales para la transmición de la cultura y las noticias.  Se convierten entonces en una autoridad cultural porque lo que el juglar recita lleva un gran contenido de verdad para el público que lo recibe.

El oficio del bromista – El Mester de Juglaría – es el conjunto de poesía, épica y lírica, de carácter popular difundida durante la edad media.  Los Juglares Epicos, recitaban poesía narrativa y su difusión se conoce a partir del siglo X, mientras que los Juglares Líricos que recitaban poesía sentimental tienen su auge a partir de finales del siglo XIII.

Provenientes de hogares humildes, sus destrezas incluían  números circenses, malabares, rutinas de chistes, acrobacias, ejecución de instrumentos musicales sencillos, cantos, recitados que a veces acompañaban con dibujos, mímicas y manejo de títeres.  Los textos generalmente eran de otros.  Su poesía de versificación irregular y rima asonante, les permitía libertad para improvisar, cuando se padecía un olvido.  De esta manera transmitieron los Cantares de Gesta, entre los más conocidos El Poema del Mio Cid y La Canción de Roldán.

Entere los distintos tipos de Juglares, encontramos al Remedador, que se dedicaba a imitar; El Cazurro, que ejercía artes plebeyas; y el Goliardo o juglar de gesta, una mezcla de estudiante, clérigo y vagabundo, conocedor de instrumentos y compositor.  Zaharrones, los que se disfrazaban para imitar y hacer gestos grotescos que impresionaran al público.  Trasechadores, eran prestidigitadores, muy hábiles con sus manos.  Ministriles, aquellos que no deambulaban y estaban al servicio exclusivo de algún Señor.  Juglaresas y Soldaderas, eran mujeres artistas dedicadas al baile y al canto que llevaban una vida errante.

El oficio del Clérigo – El Mester de Clerecía – es un conjunto de poesía, culta y rigurosa nacida en el seno de la aristocracia, o por lo menos de personas que obtuvieron una capacitación por encima de la usual.  Sus temas se inclinaban por lo religioso o moral o la belleza de la vida y el Amor, desdeñando los temas heroicos ligados a lo bélico.

En tanto el oficio del Cortesano – El Mester de Cortesía – no tan conocido como los otros dos, surge en el ámbito político, y utilizó siempre la prosa, como los escritos de Don Juan Manuel.  

De esta manera queda representada la jerarquía social de la época, la plebe, el clero y la nobleza, en el plano cultural y literario. 


El Amor Cortés.

Bautizado así, por los estudiosos de finales de siglo XIX – pero en su época, los trovadores, lo llamaban Fino Amor o Amor Ideal, o Amor Puro o Amor Verdadero – es un concepto literario, que surge al regreso de las primeras cruzadas y que expresaba un amor puro y sincero, prácticamente platónico, pero no exento de erotismo, entre hombres y mujeres de la nobleza.  Se iniciaron como una ficción para entretenimiento en las cortes pero su éxito hizo que se transformara – ideológicamente – en una herramienta para la “educación sentimental” que tuvo impacto en el comportamiento de dicha clase social: una vivencia a mitad de camino entre el deseo carnal y el sentimiento espiritual, que oscilaba entre el adulterio y la inmaculada pasión capaz del más alto poder de renunciamiento.

La diversidad de motivos que atraviesa, hizo que se pudieran agrupar en géneros, y al igual que en la comedia, están poblados de personajes reconocibles:
Cansó, (canción) de amor que revelaba la pureza y dignidad de la dama.
Tensó, similar a una payada donde un trovador hace una propuesta, y su contrincante contesta y repropone.
Joch Partit (juego partido), una contienda donde el primer trovador planteaba un problema con dos soluciones posibles y se comprometía a defender la opción que descartara su contrincante.
Serenade, serenata en honor de la dama en cuestión.
Aube, (alba) tras pasar la noche juntos, el Servidor Caballero y la Midons, - la expresión equivale a Mi Señor, en referencia a la relación de vasallaje entre el Señor Feudal y su Siervo – se lamentan de que llegue el alba y deban separarse.  A veces deben separarse antes de ese momento porque el Gilós, el celoso marido, llegaba a la casa.  Asi, el Guaita, amigo del Caballero, se apostaba en algún lugar estratégico para avisarle si dicho peligro se avecinaba.  En tanto los Lauzangiers son los aduladores del Gilós, testigos del asunto en ciernes y que delatan lo que ha sucedido.

No obstante el corazón del relato se mantiene inamovible.  El enamorado mantiene una total sumisión por la dama, que es perfecta física y moralmente, distante e inalcanzable, a veces por pertenecer a una clase social superior o por la lejanía geográfica o por ser inmerecida por el Caballero.  Ella es de la nobleza y se la puede encontrar en un lugar específico, siempre urbano.  El dolor que le produce al Caballero, es casi un estado de gracia, es un “sufrimiento gozoso”, digno de respeto y nobleza.

Como se trataba siempre de un amor prohibido, el nombre de la dama se camuflaba por un amoroso seudónimo.  El derrotero del Caballero hacia su conquista, atravesaba cuatro estadíos, el primero (I) FENHEDOR en lengua occitana – en donde probablemente se haya originado – o SUSPIRANTE, cuando el Caballero no ha manifestado sus sentimientos. Le sigue el (II) PREGADOR o SUPLICANTE a partir de que los ha manifestado. A continuación el (III) ENTENDEDOR u OYENTE cuando la dama ha acusado dicho conocimiento – es acompañado de un gesto positivo por su parte, como una sonrisa o la entrega de alguna prenda.  Finalmente (IV) DRUTZ o AMANTE, la relación a culminado con un contacto íntimo – este puede abarcar un infinito abanico, desde lo más platónico hasta la consumación más salvaje.

Es interesante ver como para algunos autores, esto evidenciaba un empoderamiento de la mujer – aún sin que ella hiciera uso de ese poder – que tenía en sus manos, la voluntad completa de un Caballero, que prácticamente la idolatraba, y que trajo como consecuencia para el hombre,  la obligación de civilizarse adoptando los “buenos modales” de la vida en sociedad; para otros esto fue un juego masculino, para la educación de los jóvenes frente a sus pulsiones y sentimientos, idealizando a la dama pero dando rienda suelta a sus deseos con mujeres de menor nivel en la escala social.

Llama la atención que la práctica de la veneración a la Virgen María cobra fuerza a partir del  siglo XI.

Grandes autores como Dante, Petrarca, Bocaccio y Chaucer, moradores del siglo XI y XII, han cultivado y escrito a sus grandes damas: Beatriz, Laura, o Blanca de Lancaster.
   
Aunque se los suele confundir, los juglares y trovadores, mantenían diferencias.   Estos últimos provenían generalmente de familias en mejor posición social, y era autores de sus canciones y poemas que recitaban.  Fueran de amor o de gesta.  Su posición económica les permitía crear su arte para sí, con independencia del público.  Los juglares normalmente interpretaban composiciones de otros y trabajaban para vivir.  Eran contratados en los palacios y en las fiestas, y con el crecimiento de los burgos, se los empleaba para entretener a la gente mientras se llevaban a cabo los negocios.  Tambien realizaban su arte - en forma autónoma - en los mercados en donde la gente hacia sus compras cotidianas.  Erraban de ciudad en ciudad lo que les permitía retrasar la producción de nuevos números para su repertorio.

Con la extensión de las representaciones en los palacios también tomo valor la figura del Bufón.  Este era el encargado de hacer reír en las cortes, principalmente al Rey o Señor para el que trabajaba, compartían las mismas habilidades que los juglares, y ambos oficios – o podríamos decir que el mismo pero ejecutado en distintos ámbitos – también estuvieron presentes antes en Grecia y Roma, y en muchas sociedades de la antigüedad incluso en oriente,  no obstante, la edad media los recorta de la oscuridad.


El Bufón, o el Fool (tonto o loco) tenía el privilegio de decir graciosamente lo que a ningún otro le estaba permitido, la ingenuidad e ignorancia que representaba lo eximían de cualquier barbaridad que dijera, aunque fuera una verdad a gritos.  Muchas veces estos personajes gozaban de defectos físicos que potenciaban su imagen. De todas maneras era un trabajo insalubre, ya que generalmente por las bromas de mal gusto que desnudaban la cruda verdad, se ganaban el rencor de muchos de los cortesanos y si caían en desgracia por la desaparición física o el mal humor de su patrón podían pagarlo hasta con sus vidas.  

Estos oficios, se encuentran intactos en nuestro siglo o finamente evolucionados.  Espectáculos circenses y callejeros se mantienen vigentes, como así también las formas de transmitir las noticias en los medios tradicionales como la radio o televisión, donde panelistas juegan roles pautados, o comunicadores que transmiten las noticias apelando a la composición de personajes o al humor. El marketing se encuentra también presente en las publicidades en todos los medios.



Fuente
Programa Teatro del Mundo – Canal A – El Teatro Medieval

Wikipedia – El Mester de Juglaría

Wikipedia – El Mester de Clerecía

Wikipedia – El Amor Cortés  

Revista Replicante – Risa y Bufones en la Edad Media.
Un Loco en Casa.  Gerardo Australia.  09/05/2012


Juglares: Origen, Cómo Se Ganaban la Vida y Tipos – Santiago Contreras


lunes, 23 de diciembre de 2019

HIstoria del Teatro - EL TEATRO MEDIEVAL - El Drama Liturgico


La Edad Media se inicia en el año 476  con la caída de Roma (Imperio Romano de Occidente) en manos de los Hérulos que diecisiete años más tarde fueron vencidos por los Ostrogodos que finalmente se quedaron con la península itálica, y finaliza en 1453 con la caída de Constantinopla (Imperio Romano de Oriente) en manos de los Turcos Otomanos.  Fueron casi mil años de intensos cambios.  Para su análisis histórico se la suele dividir en Alta y Baja Edad media. La primera se extiende desde el inicio hasta el siglo IX o X dependiendo de los autores y la Baja desde esa fecha hasta mediados del siglo XV.

Durante los primeros doscientos años, en el período pagano medieval, Europa sufrió por un lado, la invasión de los pueblos Bárbaros que desmembraron el Imperio Romano dependiente de Roma, y por el otro, del avance de los Moros que luego de sus conquistas en Africa, ocuparon Hispania.  Fueron años de acomodamientos de toda índole, jurídico, político, económico y social, en donde la cultura latina relegada a favor de la impuesta por la orda vencedora pujó por absorberla y volver a florecer.  Son años en que el teatro Latino, o Grecolatino, pareció desaparecer, aunque lo más probable es que continuara subversivamente por boca de juglares transhumantes.

A su vez, se produce la consolidación del cristianismo, que termina catequizando a los Bárbaros, estableciendo los Estados Pontificios (antecedentes del Vaticano), y construyendo monasterios y abadías – donde la cultura grecolatina se mantenía a resguardo – y la aparición del islamismo, que se expande entre los distintos clanes Turcos.  En tanto el Imperio Romano de Oriente, dependiente de Bizancio, permanecería estoico en el medio de las luchas que lo azotaban.  De esta manera la cultura occidental se sube a su tercer escalón.


El Cristianismo institucionaliza en esta época sus ritos y entonces el Teatro vuelve a sus orígenes ocupando entonces su lugar de privilegio, al principio dentro, y luego, fuera de los templos.   Asi, surge la Misa y otras representaciones que acompañan el calendario litúrgico: Conmemoración de la Pasión de Jesús, el Vía Crucis, Corpus Cristi, Pentecostés, El Pesebre, La Epifanía de Reyes.  Y otras manifestaciones, incorporadas en el proceso de sincretismo, como El Carnaval – con base en la saturnalia - y su opuesto la Cuaresma.

Durante la Edad Media, surgen los monasterios y conventos – donde comienzan a gestarse las lenguas romances – las universidades, el turismo, las letras de cambio, las relaciones sociales de amo-esclavo se transforman en relaciones de vasallaje, se organizan las ciudades, y poco a poco va gestándose una nueva clase social: La Burguesía.  No obstante durante la Alta Edad Media, priman los valores religiosos, la asociatividad, la conciencia de nación, la austeridad, el respeto, la castidad, el altruismo.

Hacia el año mil, comienza la Baja Edad Media, y con las cruzadas, las personas comienzan a conocer cómo se vive en otras sociedades, y a su regreso comienzan de a poco a manifestarse los vicios, el lujo, la diversión, el individualismo, así los valores religiosos se exteriorizan más desde las formas que desde lo espiritual.  En arquitectura, el estilo románico deja lugar al gótico, una manifestación del deseo del hombre por llegar a Dios, con énfasis en la construcción en altura eligiendo lo material por encima de lo espiritual.  La cultura popular comienza a separarse de la iglesia, asi por ejemplo, existen documentos que prohibían expresamente a los jóvenes realizar bailes o mascaradas en cementerios, lo que evidencia el cambio de conductas. En este momento, los temas del teatro se amplifican saliéndose de la Biblia para abarcar también a los Santos y otros hombres probos, y su escritura se hace también en lenguas populares, desmonopolizando al latín.

En los siglos XII al XV, ya la producción teatral es muy variada y a los espacios habituales se suma el palacio del Rey, o el de alguno de sus vasallos, ya que entre las oportunidades de ver teatro se suman ahora las fiestas vinculadas a los acontecimientos políticos, la llegada del Rey, de la Corte, una embajada, los casamientos o nacimientos de la nobleza, efemérides de batallas, etc.

Es interesante la comparación del inicio del Teatro Griego, con el inicio del Teatro Medieval y algo parecido sucederá en el Renacimiento con el resurgimiento de la Comedia Moderna y su paralela la Comedia Griega.


Habíamos dicho en artículos anteriores que todas las sociedades primitivas comparten actividades comunes que tienden a explicar lo que el hombre no se puede explicar o infundir esperanza sobre las incertidumbres que nos depara la naturaleza.  Que utilizando su cuerpo se manifestaba a partir de bailes, cantos, músicas, dibujos, esculturas y todo tipo de ofrendas,  y que de esa manera se comunica con su Dios al que le pide protección y le agradece los dones recibidos, siempre en el marco de rutinas que se transforman en rituales.  En algún momento una persona del grupo, con una sensibilidad especial, se transforma en interlocutor entre Dios y los hombres.  Nace  de esa forma el brujo, hechicero o sacerdote y es el momento en que los ritos se sacralizan.  Las ceremonias se construyen con máscaras y vestuario apropiado, los bailes se coreografían, los cantos se repiten.  Son las primeras performances y el hechicero es el primer actor de la historia.  (HISTORIA DEL TEATRO – SUS  ORIGENTES)

Al hablar de Grecia, veíamos el primer caso especial de lo relatado en el párrafo anterior.  El teatro nace aproximadamente 600 años antes de Cristo, en el marco de las festividades del Dios Dioniso, que representaba la encarnación de las fuerzas de la vida, dios de la vendimia y el vino.  Justamente la ingesta de ese producto liberaba, a través de la locura ritual,  de la mayor preocupación del hombre: la muerte.  El ritual se organizó inicialmente en forma de cantos corales, que eran himnos al dios.  Luego un solista tomaba por momentos, protagonismo.  Más tarde otro individuo dialogaba con ellos.  Después varios individuos dialogaban entre sí.  Los actores eran hombres, aún en los personajes femeninos.  Todo esto también sucedió durante la Alta Edad Media, durante los primeros doscientos años, fue esencial en la construcción del ritual que hoy mantenemos en cada celebración religiosa, y entre los siglos IX y XI, el teatro comenzaba a separarse de los ritos, sin abandonarlos, para volcarse ahora hacia su costado artístico, siempre abordando temas religiosos, momento en el que comienzan a identificarse los distintos géneros teatrales, es el esplendor del Drama Litúrgico,– la llamada etapa Feudo Medieval – donde el Teatro se representa en los atrios, las plazas y ahora, a veces en el interior de las iglesias.  Y al igual que el teatro griego, se usó también para educar civil y políticamente a la población. (HISTORIA DEL TEATRO – TEATROGRIEGO)

Así en el medioevo, Los Tropos, eran textos breves recitados o cantados en forma de diálogo, probablemente nacidos en torno al Canto del Aleluya, que comenzaron a tener estructura musical durante las misas y festividades principales, como la Pascua o la Navidad.  Luego estos cantos fueron acompañados con una breve representación alrededor del altar, que evidentemente lleva  intenciones didácticas respecto de la Asamblea que participa de la Misa.  El éxito de las representaciones, estimula la incorporación de más pasajes bíblicos al repertorio para luego derivar en los distintos géneros dramáticos: Milagros, Misterios o Juegos, Moralidades,  Autos Sacramentales, Vidas de Santos, etc.


Los primeros Dramas Litúrgicos son el
Quem Quaeritis? o Visitatio Sepulchri, donde se dramatizaba la visita de las Tres Marías al sepulcro de Jesús y la conversación con el ángel, y se difundió por la Europa Occidental durante los siglos X y XI.
El Officium Pastorum, representa la adoración de los pastores al niño Jesús y se cree que es la representación más antigua relacionada con la Navidad.
El Ordo Stellae, relacionado a la Epifanía de Reyes.
El Ordo Prophetarum, donde los profetas del Antiguo Testamento anuncian la venida de Jesucristo.
La Depositio, dramatización de la deposición del cuerpo de Jesús en el sepulcro el día de Viernes Santo.
El Cantus Sybillae o ludicium signum (el Canto de la Sibila) En donde la Sibila, profetiza la llegada del juicio final. Se considera un desprendimiento del Ordo Prophetarum con textos en latin y lenguas vulgares.

Así, se suman más participantes a las representaciones, que ya no son restringidas solamente a los religiosos, pero si únicamente realizadas por hombres en todos los papeles y comienzan a mostrarse también en las plazas y las calles, en estas situaciones se representan en lenguaje romance, quedando el latín únicamente para las presentaciones dentro de las iglesias.

Entre los Milagros se destacan, “Los Misterios de la Pasión” de Arnoul Greban y “Los Misterios de la Pasión” de Jean Michel, que llegaron a tener hasta doscientos personajes y varios días de puesta en escena, avanzando en temas que excedían los escritos bíblicos, apoyándose en sus puntos ciegos, como las escenas vinculadas a los amores de Judas Iscariote o la vida profesional de María Magdalena. 

Al Milagro se le reconoce un valor histórico, ya que permitió generar un contexto de evolución de la Edad Media al de la Edad Moderna, porque basándose en situaciones religiosas, como la vidas de santos o de la Virgen María, supieron mezclarse con el Teatro Profano Medieval como la Farsa o los Autos Profanos, en el proceso de ficcionalización de la fábula. En Francia, a los Milagros, se los conoció como Juegos.

El “Misterio de Adan y Eva”, pieza de la que no se conoce su autor, se inicia con la expulsión de Adan y Eva del Paraíso.  La línea de diálogo no sigue al texto bíblico, con lo cual una escena en la que se está jugando el destino de toda la humanidad, según coman o no el fruto, queda reducida a una discusión de pareja, donde el marido intenta imponer su autoridad mientras su ambiciosa e ingenua mujer, insiste en hacer un gran negocio con un hombre que conoció y al que le ha creído acerca de los beneficios del negocio.

Los Misterios, son dramas religiosos que ponen en escena pasajes de las Sagradas Escrituras, con preferencia de la Vida, Pasión y Muerte de Jesucristo, con otras de inspiración popular y laica.  Poseedores de una poderosa fuerza simbólica se lo puede comparar con los ritos que se hacían en Grecia en favor de Dionisos, Démeter o Perséfone.

Las Moralidades, eran obras cuyos personajes eran abstractos y cuyo enfrentamiento ilustraba los inicios del cristianismo.


Los Autos Religiosos, luego llamados Sacramentales; aunque también los había Profanos, son composiciones dramáticas en un acto, de carácter alegórico y cuya temática principal es la Eucaristía, aunque a veces incluían otras temáticas morales o teológicas, y también profanas.  Cuando eran religiosos, se representaban principalmente el día de Corpus Christi. 
Para el caso uno de los más antiguos, data de 1145, escrito en varias lenguas romances, con partes en castellano, mozárabe y gascón, es el Auto o Representación de los Reyes Magos, que debía representarse en la Catedral de Toledo en oportunidad de la Navidad.  Se conservan 147 versos polimétricos, en los que se describe a los tres reyes magos, que siguen la estrella buscando a la ciudad de Belén y su visita al rey Herodes.

En general se presentaban con una impactante escenografía, y finalizaba con cantos y bailes, que llevaban a todos los actores a la escena, con un gran despliegue energético.  Su contagiosa alegría y efectividad para la catequización, hizo que se continuaran escribiendo inclusive en la Edad Moderna durante el siglo de oro español por sus autores más destacados; pero durante la Ilustración, en 1765, fueron prohibidos como género. 

No obstante el teatro de la edad media, tiene plena vigencia hasta nuestros días.



Fuente
Programa Teatro del Mundo – Canal A – El Teatro Medieval

Wikipedia – El Drama Litúrgico

Wikipedia – El Misterio (Teatro)

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martes, 10 de diciembre de 2019

Lecturas - UN ACTOR SE PREPARA - Constantin Stanislavski

 

Sin lugar a dudas, “Un Actor se Prepara” es el libro que todo estudiante de teatro no debe dejar de leer, sobre todo al atravesar los primeros pasos, cuando tiene la necesidad de ir entendiendo los objetivos de los ejercicios por los que transita.  Aunque también es una reconfortante lectura para aquellos que están más avanzados y pueden entender mejor y reconocerse en el proceso, hacerlo consciente y afirmarlo.

Escrito como una novela en donde el narrador es un estudiante que relata sus clases con el maestro y director Torstov en la Escuela de Arte de Moscú, y algunos momentos de su vida en que reflexiona sobre las enseñanzas recibidas, solo o con sus compañeros de estudio, el libro atraviesa, todos los temas que hacen a la formación del actor.

Dice Sir John Gielgud – famoso actor inglés – en el prólogo para este libro: En sus páginas encontrarán maravillosa comprensión y sugerencias aquellos que practican la actuación y la dirección y también quienes solo la estudian.  Cómo aflojar los músculos, cómo controlar el cuerpo; cómo estudiar una parte, trabajar con imaginación, cómo actuar desde el corazón; cómo trabajar con otros actores con mutua comprensión y respeto para el papel del otro, cómo considerar al público a fin de que pueda uno dominar sus reacciones en ciertas coyunturas y dejar que lo dominen en otras; el estilo de la representación en la obra clásica y realista, el arte de la concentración.  Todos estos problemas son discutidos y examinados con claridad y sencillez.

El mismo libro es conocido también bajo otros nombres debido a las diferentes traducciones que las distintas editoriales han publicado. Así lo podemos encontrar, entre los más circulados como “La Preparación del Actor” o “El trabajo del actor sobre sí mismo en el proceso creador de la vivencia”.

Agregamos un Anexo con el índice del libro para aquellos que busquen material sobre el autor para que no terminen comprando dos veces el mismo libro.


Sobre su autor
Constantín Stanislavski, (Moscú, 17 de enero de 1863 – Moscú, 7 de agosto de 1938)  Fue actor, director, pedagogo e investigador de teatro.  Logró poner en valor las obras de su contemporáneo Antón Chejov, rechazadas por incomprendidas, gracias a sus incansables búsquedas en el campo del realismo. Sus investigaciones realizadas entre el 1906 y  1914 le permitieron crear el Método Stanislavski, que produjo una disrupción respecto de la enseñanza para la actuación que hasta ese momento se basaba únicamente en el estudio de la declamación y la oratoria.  Fue mecenas de Vsévolod Meyerhold, su discípulo, aunque las  investigaciones de este, negaran al Método creado por el.

Cabe destacar que muchas veces se intentó hacer, sin mucha suerte, una pedagogía para la educación de aquellos que quieren ingresar a la actuación, un arte que durante miles de años solo se valió de la inspiración de sus ejecutores.

Muchas novedades pedagógicas: métodos y estéticas fluyeron después de Stanislavski, pero sus propuestas siguen vigentes.

Tres libros más completan su legado, el cuarto – segundo publicado en vida del autor – “Mi vida en el arte”, es una especie de biografía a través de su desarrollo profesional.  El segundo: “El trabajo del actor sobre sí mismo en el proceso creador de la encarnación” y el tercero “La construcción del personaje”, fueron publicados post mortem y no cuentan con la revisión del texto por parte del autor, como si sucede con este, aunque continua el acuerdo de que siguen siendo los más claros respecto de la técnica del actor.


ANEXO
Indice del Libro

Dice el Traductor en Lengua Inglesa
Presentación del Traductor en Lengua Española
Introducción
I. La Prueba Inicial
II. Cuando la Actuación es un Arte
III. Acción
IV. Imaginación
V. Concentración de la Atención
VI.  Relajación y Descanso de los Músculos
VII. Unidades y Objetivos
VIII. Fe y Sentido de la Verdad
IX. Memoria de las Emociones
X. Comunión
XI. Adaptación
XII. Fuerzas Internas Motrices
XIII. La Linea Interrumpida
XIV. El Estado Interno de Creación
XV. El Super Objetivo
XVI. EL Umbral del Inconsciente
Notas del Traductor


Fuente
Constantín Stanislavski / Un actor se prepara
México – Editorial Constancia SA - 1985
ISBN 968-13-0869-7

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