Los cambios políticos
acaecidos a partir de finales del siglo V, no interrumpieron el comercio y su
actividad se continuó practicando en las plazas. Si bien el Teatro tal como se conocía hasta ese
momento no era bien visto por los grupos que ejercían el poder, los bardos,
trovadores y juglares se las ingeniaron para continuar cantando y contando
historias épicas o pícaras que mantenían presente al teatro grecolatino. O a veces mezclándose entre los vendedores del
mercado, hacían de su arte, una herramienta para la venta de los productos que
allí se ofrecían, ejemplo de ello es el anónimo El Dicho de las Hierbas.
Quitad los
sombreros
aguzad los oídos
examinad las
hierbas
que mi Dama
envía a esta
región
Y puesto que
aquella
quiere que los
pobres
puedan tener
derecho
a todo lo mismo
que lo ricos,
me ha dicho que
haga lotes del
precio
de un denario
(porque algunos
tienen en su bolsa un denario,
pero no cinco
libras)
Tambien me ha
dicho y ordenado
que tome un
denario de la moneda en curso
en la región que
me encuentre
en París un
parisis,
en Oleans un
orleanois,
en Man un mansois,
en Chartres un
chartrain,
en Londres, en
Inglaterra,
un esterlín.
para pan y vino
para mi
para pan y avena
para mi rocín,
pues quien
sirve al altar
debe vivir
del altar.
El actor nómade es el primer
antecedente del profesional del teatro con que cuenta la historia.
Poseedores de un profundo entrenamiento
con un amplio dominio del cuerpo, su gestualidad y su voz logran también
dominar la escena. Considerando que un
noventa y cinco por ciento de la población no sabe ni leer ni escribir, la
labor de estos hombres transhumantes son fundamentales para la transmición de
la cultura y las noticias. Se convierten
entonces en una autoridad cultural porque lo que el juglar recita lleva un gran
contenido de verdad para el público que lo recibe.
El oficio del bromista – El Mester de Juglaría – es el conjunto
de poesía, épica y lírica, de carácter popular difundida durante la edad
media. Los Juglares Epicos, recitaban
poesía narrativa y su difusión se conoce a partir del siglo X, mientras que los
Juglares Líricos que recitaban poesía sentimental tienen su auge a partir de
finales del siglo XIII.
Provenientes de hogares
humildes, sus destrezas incluían números
circenses, malabares, rutinas de chistes, acrobacias, ejecución de instrumentos
musicales sencillos, cantos, recitados que a veces acompañaban con dibujos,
mímicas y manejo de títeres. Los textos
generalmente eran de otros. Su poesía de
versificación irregular y rima asonante, les permitía libertad para improvisar,
cuando se padecía un olvido. De esta
manera transmitieron los Cantares de Gesta, entre los más conocidos El Poema
del Mio Cid y La Canción de Roldán.
Entere los distintos tipos de Juglares, encontramos al Remedador, que se dedicaba a imitar; El Cazurro, que ejercía artes plebeyas; y el Goliardo o juglar de gesta, una mezcla de estudiante, clérigo y vagabundo, conocedor de instrumentos y compositor. Zaharrones, los que se disfrazaban para imitar y hacer gestos grotescos que impresionaran al público. Trasechadores, eran prestidigitadores, muy hábiles con sus manos. Ministriles, aquellos que no deambulaban y estaban al servicio exclusivo de algún Señor. Juglaresas y Soldaderas, eran mujeres artistas dedicadas al baile y al canto que llevaban una vida errante.
El oficio del Clérigo – El Mester de Clerecía – es un conjunto
de poesía, culta y rigurosa nacida en el seno de la aristocracia, o por lo
menos de personas que obtuvieron una capacitación por encima de la usual. Sus temas se inclinaban por lo religioso o
moral o la belleza de la vida y el Amor, desdeñando los temas heroicos ligados
a lo bélico.
En tanto el oficio del
Cortesano – El Mester de Cortesía –
no tan conocido como los otros dos, surge en el ámbito político, y utilizó
siempre la prosa, como los escritos de Don Juan Manuel.
De esta manera queda
representada la jerarquía social de la época, la plebe, el clero y la nobleza,
en el plano cultural y literario.
El Amor Cortés.
Bautizado así, por los estudiosos
de finales de siglo XIX – pero en su época, los trovadores, lo llamaban Fino Amor o Amor Ideal, o Amor Puro o Amor Verdadero – es un concepto literario, que surge al regreso de
las primeras cruzadas y que expresaba un amor puro y sincero, prácticamente
platónico, pero no exento de erotismo, entre hombres y mujeres de la
nobleza. Se iniciaron como una ficción
para entretenimiento en las cortes pero su éxito hizo que se transformara –
ideológicamente – en una herramienta para la “educación sentimental” que tuvo
impacto en el comportamiento de dicha clase social: una vivencia a mitad de
camino entre el deseo carnal y el sentimiento espiritual, que oscilaba entre el
adulterio y la inmaculada pasión capaz del más alto poder de renunciamiento.
La diversidad de motivos que
atraviesa, hizo que se pudieran agrupar en géneros, y al igual que en la comedia, están poblados de personajes
reconocibles:
Cansó, (canción) de amor que revelaba la pureza y dignidad de la
dama.
Tensó, similar a una payada donde un trovador hace una propuesta, y
su contrincante contesta y repropone.
Joch Partit (juego partido), una contienda donde el primer trovador
planteaba un problema con dos soluciones posibles y se comprometía a defender
la opción que descartara su contrincante.
Serenade, serenata en honor de la dama en cuestión.
Aube, (alba) tras pasar la noche juntos, el Servidor Caballero y la Midons,
- la expresión equivale a Mi Señor, en referencia a la relación de vasallaje
entre el Señor Feudal y su Siervo – se lamentan de que llegue el alba y deban
separarse. A veces deben separarse antes
de ese momento porque el Gilós, el
celoso marido, llegaba a la casa. Asi,
el Guaita, amigo del Caballero, se
apostaba en algún lugar estratégico para avisarle si dicho peligro se
avecinaba. En tanto los Lauzangiers son los aduladores del
Gilós, testigos del asunto en ciernes y que delatan lo que ha sucedido.
No obstante el corazón del
relato se mantiene inamovible. El
enamorado mantiene una total sumisión por la dama, que es perfecta física y
moralmente, distante e inalcanzable, a veces por pertenecer a una clase social
superior o por la lejanía geográfica o por ser inmerecida por el
Caballero. Ella es de la nobleza y se la
puede encontrar en un lugar específico, siempre urbano. El dolor que le produce al Caballero, es casi
un estado de gracia, es un “sufrimiento gozoso”, digno de respeto y nobleza.
Como se trataba siempre de un
amor prohibido, el nombre de la dama se camuflaba por un amoroso seudónimo. El derrotero del Caballero hacia su
conquista, atravesaba cuatro estadíos, el primero (I) FENHEDOR en lengua occitana –
en donde probablemente se haya originado – o SUSPIRANTE, cuando el Caballero no
ha manifestado sus sentimientos. Le sigue el (II) PREGADOR o SUPLICANTE a partir de
que los ha manifestado. A continuación el (III) ENTENDEDOR u OYENTE cuando la dama ha acusado dicho conocimiento –
es acompañado de un gesto positivo por su parte, como una sonrisa o la entrega de
alguna prenda. Finalmente (IV) DRUTZ o
AMANTE, la relación a culminado con un contacto íntimo – este puede abarcar un
infinito abanico, desde lo más platónico hasta la consumación más salvaje.
Es interesante ver como para
algunos autores, esto evidenciaba un empoderamiento de la mujer – aún sin que
ella hiciera uso de ese poder – que tenía en sus manos, la voluntad completa de
un Caballero, que prácticamente la idolatraba, y que trajo como consecuencia
para el hombre, la obligación de civilizarse
adoptando los “buenos modales” de la vida en sociedad; para otros esto fue un juego masculino, para la educación de los jóvenes frente a sus pulsiones y
sentimientos, idealizando a la dama pero dando rienda suelta a sus deseos con
mujeres de menor nivel en la escala social.
Llama la atención que la
práctica de la veneración a la Virgen María cobra fuerza a partir del siglo XI.
Grandes autores como Dante,
Petrarca, Bocaccio y Chaucer, moradores del siglo XI y XII, han cultivado y
escrito a sus grandes damas: Beatriz, Laura, o Blanca de Lancaster.
Aunque se los suele confundir, los juglares y trovadores, mantenían diferencias. Estos últimos provenían generalmente de familias en mejor posición social, y era autores de sus canciones y poemas que recitaban. Fueran de amor o de gesta. Su posición económica les permitía crear su arte para sí, con independencia del público. Los juglares normalmente interpretaban composiciones de otros y trabajaban para vivir. Eran contratados en los palacios y en las fiestas, y con el crecimiento de los burgos, se los empleaba para entretener a la gente mientras se llevaban a cabo los negocios. Tambien realizaban su arte - en forma autónoma - en los mercados en donde la gente hacia sus compras cotidianas. Erraban de ciudad en ciudad lo que les permitía retrasar la producción de nuevos números para su repertorio.
Con la extensión de las
representaciones en los palacios también tomo valor la figura del Bufón. Este era el encargado de hacer reír en las
cortes, principalmente al Rey o Señor para el que trabajaba, compartían las
mismas habilidades que los juglares, y ambos oficios – o podríamos decir que el
mismo pero ejecutado en distintos ámbitos – también estuvieron presentes antes en
Grecia y Roma, y en muchas sociedades de la antigüedad incluso en oriente, no obstante, la edad media los recorta de la
oscuridad.
El Bufón, o el Fool (tonto o loco)
tenía el privilegio de decir graciosamente lo que a ningún otro le estaba
permitido, la ingenuidad e ignorancia que representaba lo eximían de cualquier
barbaridad que dijera, aunque fuera una verdad a gritos. Muchas veces estos personajes gozaban de
defectos físicos que potenciaban su imagen. De todas maneras era un trabajo
insalubre, ya que generalmente por las bromas de mal gusto que desnudaban la
cruda verdad, se ganaban el rencor de muchos de los cortesanos y si caían en
desgracia por la desaparición física o el mal humor de su patrón podían pagarlo
hasta con sus vidas.
Estos oficios, se encuentran
intactos en nuestro siglo o finamente evolucionados. Espectáculos circenses y callejeros se
mantienen vigentes, como así también las formas de transmitir las noticias en
los medios tradicionales como la radio o televisión, donde panelistas juegan
roles pautados, o comunicadores que transmiten las noticias apelando a la
composición de personajes o al humor. El marketing se encuentra también
presente en las publicidades en todos los medios.
Fuente
Programa Teatro del Mundo – Canal A – El Teatro
Medieval
Wikipedia – El Mester de Juglaría
Wikipedia – El Mester de Clerecía
Wikipedia – El Amor Cortés
Revista Replicante – Risa y Bufones en la Edad Media.
Un Loco en Casa.
Gerardo Australia. 09/05/2012
Juglares: Origen, Cómo Se Ganaban la Vida y Tipos –
Santiago Contreras
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