viernes, 27 de diciembre de 2019

Historia del Teatro – EL TEATRO MEDIEVAL – Juglares, Trovadores y Bufones


Los cambios políticos acaecidos a partir de finales del siglo V, no interrumpieron el comercio y su actividad se continuó practicando en las plazas.  Si bien el Teatro tal como se conocía hasta ese momento no era bien visto por los grupos que ejercían el poder, los bardos, trovadores y juglares se las ingeniaron para continuar cantando y contando historias épicas o pícaras que mantenían presente al teatro grecolatino.  O a veces mezclándose entre los vendedores del mercado, hacían de su arte, una herramienta para la venta de los productos que allí se ofrecían, ejemplo de ello es el anónimo El Dicho de las Hierbas.

Quitad los sombreros
aguzad los oídos
examinad las hierbas
que mi Dama
envía a esta región
Y puesto que aquella
quiere que los pobres
puedan tener derecho
a todo lo mismo
que lo ricos,
me ha dicho que
haga lotes del precio
de un denario
(porque algunos tienen en su bolsa un denario,
pero no cinco libras)
Tambien me ha dicho y ordenado
que tome un denario de la moneda en curso
en la región que me encuentre
en París un parisis,
en Oleans un orleanois,
en Man un mansois,
en Chartres un chartrain,
en Londres, en Inglaterra,
un esterlín.
para pan y vino
para mi
para pan y avena
para mi rocín,
pues quien
sirve al altar
debe vivir
del altar.

El actor nómade es el primer antecedente del profesional del teatro con que cuenta la historia.

Poseedores de un profundo entrenamiento con un amplio dominio del cuerpo, su gestualidad y su voz logran también dominar la escena.  Considerando que un noventa y cinco por ciento de la población no sabe ni leer ni escribir, la labor de estos hombres transhumantes son fundamentales para la transmición de la cultura y las noticias.  Se convierten entonces en una autoridad cultural porque lo que el juglar recita lleva un gran contenido de verdad para el público que lo recibe.

El oficio del bromista – El Mester de Juglaría – es el conjunto de poesía, épica y lírica, de carácter popular difundida durante la edad media.  Los Juglares Epicos, recitaban poesía narrativa y su difusión se conoce a partir del siglo X, mientras que los Juglares Líricos que recitaban poesía sentimental tienen su auge a partir de finales del siglo XIII.

Provenientes de hogares humildes, sus destrezas incluían  números circenses, malabares, rutinas de chistes, acrobacias, ejecución de instrumentos musicales sencillos, cantos, recitados que a veces acompañaban con dibujos, mímicas y manejo de títeres.  Los textos generalmente eran de otros.  Su poesía de versificación irregular y rima asonante, les permitía libertad para improvisar, cuando se padecía un olvido.  De esta manera transmitieron los Cantares de Gesta, entre los más conocidos El Poema del Mio Cid y La Canción de Roldán.

Entere los distintos tipos de Juglares, encontramos al Remedador, que se dedicaba a imitar; El Cazurro, que ejercía artes plebeyas; y el Goliardo o juglar de gesta, una mezcla de estudiante, clérigo y vagabundo, conocedor de instrumentos y compositor.  Zaharrones, los que se disfrazaban para imitar y hacer gestos grotescos que impresionaran al público.  Trasechadores, eran prestidigitadores, muy hábiles con sus manos.  Ministriles, aquellos que no deambulaban y estaban al servicio exclusivo de algún Señor.  Juglaresas y Soldaderas, eran mujeres artistas dedicadas al baile y al canto que llevaban una vida errante.

El oficio del Clérigo – El Mester de Clerecía – es un conjunto de poesía, culta y rigurosa nacida en el seno de la aristocracia, o por lo menos de personas que obtuvieron una capacitación por encima de la usual.  Sus temas se inclinaban por lo religioso o moral o la belleza de la vida y el Amor, desdeñando los temas heroicos ligados a lo bélico.

En tanto el oficio del Cortesano – El Mester de Cortesía – no tan conocido como los otros dos, surge en el ámbito político, y utilizó siempre la prosa, como los escritos de Don Juan Manuel.  

De esta manera queda representada la jerarquía social de la época, la plebe, el clero y la nobleza, en el plano cultural y literario. 


El Amor Cortés.

Bautizado así, por los estudiosos de finales de siglo XIX – pero en su época, los trovadores, lo llamaban Fino Amor o Amor Ideal, o Amor Puro o Amor Verdadero – es un concepto literario, que surge al regreso de las primeras cruzadas y que expresaba un amor puro y sincero, prácticamente platónico, pero no exento de erotismo, entre hombres y mujeres de la nobleza.  Se iniciaron como una ficción para entretenimiento en las cortes pero su éxito hizo que se transformara – ideológicamente – en una herramienta para la “educación sentimental” que tuvo impacto en el comportamiento de dicha clase social: una vivencia a mitad de camino entre el deseo carnal y el sentimiento espiritual, que oscilaba entre el adulterio y la inmaculada pasión capaz del más alto poder de renunciamiento.

La diversidad de motivos que atraviesa, hizo que se pudieran agrupar en géneros, y al igual que en la comedia, están poblados de personajes reconocibles:
Cansó, (canción) de amor que revelaba la pureza y dignidad de la dama.
Tensó, similar a una payada donde un trovador hace una propuesta, y su contrincante contesta y repropone.
Joch Partit (juego partido), una contienda donde el primer trovador planteaba un problema con dos soluciones posibles y se comprometía a defender la opción que descartara su contrincante.
Serenade, serenata en honor de la dama en cuestión.
Aube, (alba) tras pasar la noche juntos, el Servidor Caballero y la Midons, - la expresión equivale a Mi Señor, en referencia a la relación de vasallaje entre el Señor Feudal y su Siervo – se lamentan de que llegue el alba y deban separarse.  A veces deben separarse antes de ese momento porque el Gilós, el celoso marido, llegaba a la casa.  Asi, el Guaita, amigo del Caballero, se apostaba en algún lugar estratégico para avisarle si dicho peligro se avecinaba.  En tanto los Lauzangiers son los aduladores del Gilós, testigos del asunto en ciernes y que delatan lo que ha sucedido.

No obstante el corazón del relato se mantiene inamovible.  El enamorado mantiene una total sumisión por la dama, que es perfecta física y moralmente, distante e inalcanzable, a veces por pertenecer a una clase social superior o por la lejanía geográfica o por ser inmerecida por el Caballero.  Ella es de la nobleza y se la puede encontrar en un lugar específico, siempre urbano.  El dolor que le produce al Caballero, es casi un estado de gracia, es un “sufrimiento gozoso”, digno de respeto y nobleza.

Como se trataba siempre de un amor prohibido, el nombre de la dama se camuflaba por un amoroso seudónimo.  El derrotero del Caballero hacia su conquista, atravesaba cuatro estadíos, el primero (I) FENHEDOR en lengua occitana – en donde probablemente se haya originado – o SUSPIRANTE, cuando el Caballero no ha manifestado sus sentimientos. Le sigue el (II) PREGADOR o SUPLICANTE a partir de que los ha manifestado. A continuación el (III) ENTENDEDOR u OYENTE cuando la dama ha acusado dicho conocimiento – es acompañado de un gesto positivo por su parte, como una sonrisa o la entrega de alguna prenda.  Finalmente (IV) DRUTZ o AMANTE, la relación a culminado con un contacto íntimo – este puede abarcar un infinito abanico, desde lo más platónico hasta la consumación más salvaje.

Es interesante ver como para algunos autores, esto evidenciaba un empoderamiento de la mujer – aún sin que ella hiciera uso de ese poder – que tenía en sus manos, la voluntad completa de un Caballero, que prácticamente la idolatraba, y que trajo como consecuencia para el hombre,  la obligación de civilizarse adoptando los “buenos modales” de la vida en sociedad; para otros esto fue un juego masculino, para la educación de los jóvenes frente a sus pulsiones y sentimientos, idealizando a la dama pero dando rienda suelta a sus deseos con mujeres de menor nivel en la escala social.

Llama la atención que la práctica de la veneración a la Virgen María cobra fuerza a partir del  siglo XI.

Grandes autores como Dante, Petrarca, Bocaccio y Chaucer, moradores del siglo XI y XII, han cultivado y escrito a sus grandes damas: Beatriz, Laura, o Blanca de Lancaster.
   
Aunque se los suele confundir, los juglares y trovadores, mantenían diferencias.   Estos últimos provenían generalmente de familias en mejor posición social, y era autores de sus canciones y poemas que recitaban.  Fueran de amor o de gesta.  Su posición económica les permitía crear su arte para sí, con independencia del público.  Los juglares normalmente interpretaban composiciones de otros y trabajaban para vivir.  Eran contratados en los palacios y en las fiestas, y con el crecimiento de los burgos, se los empleaba para entretener a la gente mientras se llevaban a cabo los negocios.  Tambien realizaban su arte - en forma autónoma - en los mercados en donde la gente hacia sus compras cotidianas.  Erraban de ciudad en ciudad lo que les permitía retrasar la producción de nuevos números para su repertorio.

Con la extensión de las representaciones en los palacios también tomo valor la figura del Bufón.  Este era el encargado de hacer reír en las cortes, principalmente al Rey o Señor para el que trabajaba, compartían las mismas habilidades que los juglares, y ambos oficios – o podríamos decir que el mismo pero ejecutado en distintos ámbitos – también estuvieron presentes antes en Grecia y Roma, y en muchas sociedades de la antigüedad incluso en oriente,  no obstante, la edad media los recorta de la oscuridad.


El Bufón, o el Fool (tonto o loco) tenía el privilegio de decir graciosamente lo que a ningún otro le estaba permitido, la ingenuidad e ignorancia que representaba lo eximían de cualquier barbaridad que dijera, aunque fuera una verdad a gritos.  Muchas veces estos personajes gozaban de defectos físicos que potenciaban su imagen. De todas maneras era un trabajo insalubre, ya que generalmente por las bromas de mal gusto que desnudaban la cruda verdad, se ganaban el rencor de muchos de los cortesanos y si caían en desgracia por la desaparición física o el mal humor de su patrón podían pagarlo hasta con sus vidas.  

Estos oficios, se encuentran intactos en nuestro siglo o finamente evolucionados.  Espectáculos circenses y callejeros se mantienen vigentes, como así también las formas de transmitir las noticias en los medios tradicionales como la radio o televisión, donde panelistas juegan roles pautados, o comunicadores que transmiten las noticias apelando a la composición de personajes o al humor. El marketing se encuentra también presente en las publicidades en todos los medios.



Fuente
Programa Teatro del Mundo – Canal A – El Teatro Medieval

Wikipedia – El Mester de Juglaría

Wikipedia – El Mester de Clerecía

Wikipedia – El Amor Cortés  

Revista Replicante – Risa y Bufones en la Edad Media.
Un Loco en Casa.  Gerardo Australia.  09/05/2012


Juglares: Origen, Cómo Se Ganaban la Vida y Tipos – Santiago Contreras


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