lunes, 30 de diciembre de 2019

Historia del Teatro – EL TEATRO MEDIEVAL – Alegoría y Farsa


Hemos visto en artículos anteriores “Historia del Teatro – EL TEATRO MEDIEVAL – El Drama Litúrgico” e “Historia del Teatro – EL TEATRO MEDIEVAL – Juglares, Trovadores y Bufones”, que el Teatro (en la cultura occidental) en la Edad Media se desarrolla en paralelo con el desarrollo del Catolicismo, a través del Drama Litúrgico y que fueron los Juglares, Trovadores y Bufones quienes de alguna manera conservaron algo del teatro grecolatino, propiciando el Capítulo Profano que complementaría al Teatro impulsado por la Iglesia.

Finalmente, completamos el tema ahora, con dos procedimientos o dispositivos, que fomentaron la articulación de las dos corrientes y constituyen el gran legado del Teatro de la Edad Media: La Alegoría y la Farsa.
 
El proceso de construcción de los dogmas y ritos del cristianismo durante la edad media, no se vio exenta del sincretismo.  Las supersticiones, rondaron todo este proceso, y con el crecimiento de las ciudades y la cultura urbana, se intensificaron, inclusive hacia el interior de la religión. 

Así los Saturnales, era fiesta en honor al dios Saturno que – se inicia en el 217 AC, en Roma, para levantar la moral del pueblo luego de la derrota en la batalla en el lago Trasimeno frente a los cartagineses – se festejaba entre el 17 y el 23 de diciembre de cada año, donde luego de la obligada hecatombe, se servía un gran banquete público.  En el seno de las familias se entregaban regalos, tal como sucede hoy en la Navidad.  Pero en los días siguientes, días de algarabía, risa y diversión, se permitían todos los excesos, como sucede en el Carnaval.  
  
Para combatir estas supersticiones, los clérigos, echaron mano a un recurso que ya había existido en la antigüedad y que toma fuerza efectiva a partir de la Edad Media y es la Alegoría.

La Alegoría, es un dispositivo que pretende representar una idea valiéndose de personajes que adquieren formas humanas.  La Alegoría pretende dar una imagen a aquello que no la tiene, con el objeto de mejorar su comprensión.  Destacamos que durante la Edad Media no se distinguía entre Alegoría y Símbolo.

Los críticos helenísticos ya leían en la antigüedad, textos como La Ilíada, no como una historia de guerra entre troyanos y griegos, sino como una psicomaquia – cualidades abstractas como los vicios y las virtudes, encarnados en personas humanas y que confrontan entre si – y es de esa manera que se incorporan a las distintas artes medievales, a dioses – o situaciones – paganas encarnando a los vicios o virtudes cristianas sin caer en herejías.  La Alegoría en la antigüedad había sido una forma de leer, pero es en la Edad Media que se transforma también en una forma de escribir.

El género por excelencia en donde esto impacta, es en los Autos Sacramentales, que son completamente simbólicos.  Constituyen la gran parábola del Catolicismo.  Convergen en ellos el mundo real, la naturaleza, los sentimientos, la inteligencia, la voluntad y la imaginación como potencias del alma.  Se mezclan pasado, presente y futuro, mundo religioso y profano, en donde la Iglesia siempre sale vencedora, porque la vida como alegoría permite traducir el conjunto de dogmas del Catolicismo al mundo perceptible por los sentidos.

En las Moralidades los protagonistas representan o bien a toda la humanidad o bien a una clase social, y los antagonistas y otros personajes menores tampoco representan a un individuo sino a personificaciones de conceptos abstractos como vicios o virtudes, según el caso.  En general el protagonista se encuentra a lo largo de la pieza con estos personajes que intentan torcer su camino o darle fuerzas para sobreponerse y lograr su objetivo.

Las obras duraban entre una hora y hora y media y estaban escritas en leguaje popular

Desde el punto de vista literario, pueden clasificarse en: alegorías perfectas, cuando deben explicarse cada uno de los elementos alegóricos, e imperfecta cuando resulta evidente lo que significa cada elemento.

Según Foucault, la psicomaquía se manifestaba en pares de dualidades (virtud-vicio) que se repartían la “soberanía del alma":   Fé e Idolatría, Esperanza y Desesperación, Caridad y Avaricia, Castidad y Lujuria, Prudencia y Locura, Paciencia y Cólera, Dulzura y Dureza, Concordia y Discordia, Obediencia y Rebelión, y Perseverancia e Inconstancia.  Durante la Edad Media, se consideraba a la Locura como el principal vicio.


Como no todo era temática religiosa, y la gente necesitaba un escape a la rigurosidad impuesta por parte de la religión que exigía la necesidad de controlar los deseos humanos, es la misma Iglesia que impulsa las Fiestas ad lauden (fiestas para divertirse, reir, jugar) entre las que encontramos los Festum Follorum y los Sotie

El sentido de estas fiestas era entregarse a los excesos, durante un breve lapso, para luego dedicarse a pleno a Dios.  Y si bien eran permitidas por la Iglesia, también tenía sus detractores.  De hecho, los conocimientos que tenemos de ellas, llegan más por los edictos de las prohibiciones, que por los registros de los hechos.

Las Festum Follorum, cuya traducción corresponde “Fiestas de Locos”, estaban a cargo de los monjes, que parodiaban a manera de espectáculo, la vida religiosa, a veces dentro de la misma iglesia.  Se llevaban a cabo una vez al año, generalmente entre navidad y reyes, se daba rienda suelta a la imaginación, y a muchos excesos.  Empezaban nombrando obispo a un asno, por eso también se la conoce con “Asinaria Festa”.  Se supone que la feligresía también participaba de la celebración y que a veces también tomaba las calles de la ciudad. 



En tanto que los Sotie, eran fiestas cortesanas, sobre todo durante el reinado de Carlos VI, el Loco, también en Francia, donde se denunciaba la locura del mundo, incluyendo al clero y a la nobleza. Se iniciaba con un desfile bufonesco hasta un tribunal integrado por sots (Tontos), que representaban al pueblo, que vestidos de locos, con túnicas grises y capuchas con orejas de burros, juzgaban a los responsables de sus males: Los poderosos.

Estas obras se basaban en observaciones sobre cuestiones de la época que hacían e intercambiaban los Tontos entre sí, mientras duraba el Desfile, no tienen argumento sino que son diálogos separados.  El propósito era “mostrar un mundo al revés”, con los Tontos como fuente de sabiduría. 

Todavía se discute si debe o no considerarse al Sotie, como un género separado de la Farsa, porque si bien, como en la Farsa, era una manera de simbolizar que lo importante era la arquitectura de la sociedad y no las personas que ocupaban los cargos, a través de la inversión de los roles; los personajes de los Sotie, son alegóricos a diferencia de la Farsa que generalmente son recortados con nombres propios y características que los hacen muy reales.  Y aunque los personajes alegóricos son característicos de las Moralidades, en estas son serviciales a la comprensión del Relato y la Fábula, en tanto los de los Sotie se diferencian de ellas, porque están destinados a entretener, como lo hacen los personajes en las Farsas.  



Es de esta manera que, la Farsa cobra fuerza durante la Edad Media, sobre todo en Francia – aunque su existencia sea anterior encontrándose vigente en los tiempos de los griegos y los latinos.

Ya independizada de estas fiestas, podemos decir que la Farsa consiste en remarcar los aspectos ridículos, del deber ser y las buenas costumbres que rigen la moral de la época, llevando al extremo, las formas de vivir, hacer y pensar de las personas en sus aspectos cotidianos.

Se solían intercalar entre los Misterios, produciendo un momento de relajación y risa, un recreo dentro del espectáculo cultural.  Asociada a los géneros populares, tenía fama de abordar temas de mal gusto e incluso escatológicos.  Sus personajes, groseros en su desempeño – resultaban caricaturas muy reconocibles en el mundo real – plantean de entrada que sus intereses responden más al goce del cuerpo que al espiritual.  Eran composiciones breves con un humor directo, basadas en situaciones muy concretas, relacionadas a la vida de todos los días, con personajes típicos – y actores con un amplio manejo corporal – que lograban una muy fuerte teatralidad.

Se diferencia de la Comedia porque no intenta que el espectador reconozca (y se haga cargo de) sus propios vicios al verlos en escena sino visibilizar una realidad oculta y que esa verdad al verse revelada produzca la carcajada.

Durante la Edad Media, no había salas teatrales, ni espacios exclusivos para la actividad, que se llevaba a cabo en el interior de las iglesias – en sus distintas naves, sus atrios, las plazas, sobre carromatos, desplegando telones pintados que hacían de escenografía, en los mercados, y en las cortes.  Las iglesias y los atrios permitían montar distintos espacios escénicos y los actores se desplazan de unos a otros, haciendo un “trávelling” en vivo, resolviendo de esa manera los cambios de escenografía.


Resumiendo, en las Moralidades, en donde mejor se desarrollan las Alegorías, son obras didácticas, con una visión teocéntrica, de un Dios Justo, donde los personajes corporizan ideas abstractas, con mensajes claros y moralejas al servicio del pensamiento cristiano.  La anáfora refuerza el mensaje, que siempre es de índole catequista.  Pueden ser de “peregrinaje” donde en el transcurso de su camino, el protagonista se encuentra con el bien y el mal y debe elegir.
Las Farsas, son obras que hablan de una realidad concreta, que suceden en espacios concretos que dan a entender que el autor estuvo allí.  Sus personajes son graciosamente groseros, y provocan la carcajada del público. Responden a arquetipos de pícaros y son reconocibles: comerciantes, abogados, militares, servidores, todos ellos con alguna característica que puede incluir la mediocridad, la explotación o la corrupción, entre los principales vicios.

Entre los siglos XII y XV se produce un verdadero estallido teatral que puebla la Edad Media de espectáculos muy diversos.

Sus espectáculos y procedimientos continúan vigentes en nuestra época, así los pesebres vivientes, las procesiones de la Semana Santa, las fiestas del Carnaval y el Misterio de Elche – en dos actos – que recrea la Dormición, Asunción y Coronación de la Virgen María y se celebra cada 14 y 15 de agosto en el interior de la Basílica de Santa María, en Alicante, España,  desde hace por lo menos mil años.
La Alegoría se muestra en distintas formas teatrales, el cine y la televisión.  La Farsa se expandió a la historieta, los dibujos animados y el humor negro.


Fuente
Programa Teatro del Mundo – Canal A – El Teatro Medieval

Wikipedia – Alegoria

Wikipedia - Psicomaquía

Michel Foucault – Historia de la Locura en la época clásica I –
México – Fondo de Cultura Ecónomica – 2015
ISBN 978- 607 – 16 – 3106 – 0 –(ePub)

Wikipedia – Auto Sacramental

Wikipedia – La Moralidad (Teatro)

Wikipedia – La Farsa

María Eugenia Góngora –  "Omnia tempus habent": La fiesta medieval de los locos"
Revista Chilena de Literatura - No. 18 (Nov., 1981), pp. 25-33
Publicado por: Universidad de Chile

Wikipedia - Sotie

Leandro Airaldo - Teatro en la Edad Media. Moralidad y farsa medieval.
Cadacual y La Farsa de Maître Pathelin.  Un repaso por los procedimientos del teatro medieval.





1 comentario:

  1. bastante agradable y muy rico en palabras, pero sin embargo añadiria informacion sobre el licenciado de colombia, que tambien es un apartado que enriquece al leerlo en la obra, muvhas gracias y besos desde bolivia....

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