Más allá de las teorías de Richard
Wagner acerca del Teatro Total, – un teatro que debía incorporar a todas las
artes, aunque no todas las artes iban a tener igual importancia – en donde la
música era la que mayor prevalencia tenía, ya que es, en palabras de Hans
Richter, la que define la obra, para los que no hacemos teatro musical, la música
es un recurso inagotable.
En las Operas, Operetas,
Zarzuelas, Comedias Musicales, etc., la música es inseparable del guión y la
trama y los textos raramente se dicen, sino que siempre se cantan.
En el caso de las Obras de
Teatro con Música, esta se transforma en un recurso plástico, que amplifica las
posibilidades de comunicación al dramaturgo, quien debería tener en cuenta
ciertas reglas para mantener un equilibrio adecuado en su uso y no degradar el
recurso.
Estas reglas básicas son: (1) no
mezclar música grabada con música en vivo – ya que será claro para el oído del
espectador, el salto de calidad en la textura de lo que se escuche e (2) incorporar
en el Primer Acto el recurso, de la manera más extrema de cómo va a ser usado
más adelante en el desarrollo de la obra, de manera que luego no sorprenda. Es decir que si el uso más importante que se
hará es en modo de canciones, debería iniciarse la obra o plantearse en el Primer
Acto una canción. En el cierre también debería
haber música.
Presentación de la Escena.
Al inicio de la escena, puede ser usada de diferentes maneras y sirve
para la generación de climas, incluyendo los efectos especiales de tipo sonoro,
establecer el ritmo de la secuencia, expresar una acción autónoma a desarrollar
o presentar personajes.
Generación de Climas. En
tanto su uso como recurso, la Música es una gran generadora de Climas, utilizada como fondo, expresa sin lugar a
dudas el tono de la escena y los posibles estados de los personajes que la
vayan a jugar.
Establecer el Ritmo. Permite también instalar el Ritmo con que los actores se
desenvolverán o establecer un contraste dramático, si estos siguen un ritmo
exactamente opuesto al propuesto por el recurso.
Efectos Especiales Sonoros.
Son sonidos que refieren a sucesos o actos que se manifiestan en el escenario
o fuera de él pero en relación a la historia que se está contando, completando
el imaginario inicial o instalando cambios, produciendo conflictos, etc.
Presentación o Expresión de la Acción. Si la Acción Autónoma de los Personajes puede
caracterizarse por un sonido, es posible que este se utilice para reafirmarla o
presentar un clima que implique darle cierta relevancia.
Presentación de Personajes. En
el caso de individual de los Personajes, puede servir para presentarlos,
identificando una música concreta con un personaje puntual, a veces en su
primer ingreso a escena el Personaje canta su canción, y luego la repetición
del motivo musical, servirá para que el espectador anticipe la participación
del Personaje en la escena.
La Música como Relato.
Una canción puede a través de su letra reforzar ideas, permitir que se
relaten situaciones evitando tener que representarlas en la forma
tradicional, y en este aspecto genera también un cambio de ritmo – al pasar de
una situación de diálogo o monólogo a una canción y probablemente su
coreografía – alivianando al espectador de la carga del texto. El cambio de ritmo seguramente también ira
acompañado de un cambio en el plano visual.
Avance de Historia. Una canción
permite simplificar un relato que no presente situaciones dramáticas interesantes,
es decir conflictivas, pero que al no poder integrarlo a la elipsis, deba ser
presentado dentro del material expuesto.
Relato Coreográfico. La
historia puede avanzarse también sin letra pero con una coreografía que muestre
las acciones que realizan los personajes en donde se muestran los sucesos que
atraviesan los Personajes, dejando en la elipsis los diálogos que se llevaron a
cabo para la realización de esas acciones.
Reafirmación de la Escena. La canción irrumpe en el transcurso de la
escena para afirmar un concepto.
Resolución de la Escena. La canción aparece sobre el final de la
escena, recopilando lo que sucedió, buscando darle un cierre al concepto
revelado.
Puente. Un Puente es
recurso para ligar dos escenas contiguas.
En ese sentido, puede utilizarse un Separador, una Canción y por
supuesto sus Coreografías. A veces los Puentes
resultan ser los mismos cierres/presentaciones de escena o las músicas y canciones
para avanzar la historia, en donde también se aprovecha, si es posible, para
cambiar las escenografías.
Separador. El Separador, también
utilizado en radio y televisión, es la repetición del leitmotiv de la canción principal. Funciona como un apagón, a veces también lo
acompaña, o como un cierre de telón para luego volverlo a abrir.
Cambio de Escenografía. Ante
la necesidad de un cambio de escenografía, el recurso más fácil para ocultarla
del público, es usualmente acompañarla con música, ya sea que se cante una canción,
o se realice una coreografía que involucre el movimiento escenográfico o que la
acción de actores, cantantes y/o bailarines capturen la atención mientras el
cambio se produce.
Apertura y Cierre. Como
ya se ha dicho en el caso de las aperturas, es necesario que se exprese en el Primer
Acto el recurso. Puede intervenir completando los climas, iniciando el relato y
marcando los ritmos. Y en el caso de los
cierres, si solo es instrumental, reforzando la emoción transmitida por la
puesta y si son canciones, el momento triunfal acompañando la catarsis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario