sábado, 7 de abril de 2012

Autores - ANTON CHEJOV

 
Nace en la península de Crimea, en la ciudad de Taganrog, el 17 de enero de 1860 y muere a la temprana edad de cuarenta y cuatro años víctima de la tuberculosis, el 2 de julio de 1904 en la pequeña ciudad de Badenweiler, en el Imperio Alemán.  
 
De profesión médico, mundialmente reconocido por sus cuentos y novelas, que durante el tiempo de sus estudios le permitió ganarse la vida, se confiesa apasionado por el teatro, a pesar que este no siempre lo trató cómo verdaderamente se merecía.  
 
Su padre, Pável Yegórovich Chéjov, comerciante de telas, era también director del coro de la parroquia y devoto cristiano ortodoxo, que educó a sus hijos en el marco de una estricta disciplina.  Su madre, dedicada a la casa, entretenía a sus hijos contándoles cuentos, principalmente las historias de viajes junto a su padre cuando lo acompañaba haciendo los corretajes de telas.  Antón era el tercero de seis hermanos y era frecuente que jugaran ya de niños a hacer teatro con obras que escribía y dirigía para mostrarlas en el marco familiar. 
 
Luego de que el negocio de su padre quebrara, emigraron a Moscú, donde para ayudar a su familia comenzó a escribir relatos humorísticos breves y caricaturas de la vida, para semanarios y periódicos, que le valieron la fama de “excelente cronista de la vida rusa” y que le exigieron continuar la actividad literaria conjuntamente con su profesión de médico. 
 
Su fama como cuentista (para seguirla recomendamos su lectura directamente de http://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/chejov.htm) le permitió hacer circular sus primeras obras de teatro que no fueron bien recibidas por la comunidad teatral.  Las críticas que le hacían eran que eran “obras raras, monótonas, sin desarrollo dramático, con personajes que hacen disparates, lloran y dicen banalidades con aires de importancia”.  No obstante se estrena en el Teatro Imperial de Sanpetersburgo La Gaviota, con un fracaso rotundo, que llevo a Chejov a decidir no escribir teatro nunca más.  
 
Ese mismo año, Vladimir Nemiróvich Dánchenko, uno de los directores de la compañía del  Teatro de Arte de Moscú, gana el premio Griboyédov, un galardón que se otorgaba en forma anual a la mejor obra teatral rusa, con “El Valor de la Vida”, se niega a recibirlo por considerar que la obra de Chejov era la mejor. 
 
Es Dánchenko el único que lo rescata del fracaso y lo convence, no con poca facilidad, de reestrenar La Gaviota en Moscú con su Compañía.  Ni siquiera Stanislavski creía en él, al punto de decir que sus obras eran imposibles de representar, había que ser como el personaje para encarnarlas: “Hay que ser así”.  (Paradójicamente, la llave del trabajo pedagógico que en esas épocas desarrollaría). 
 
 
Sus obras eran sencillas pero no Naturalistas, sino Realistas. 
Se propone contar la verdad de la vida, donde la gente hace su vida como es, llena de momentos cotidianos mientras el proceso conflictivo se procesa por dentro, ya que “todo sentido y todo el drama del hombre se encuentran en su interior y no en sus manifestaciones exteriores”.  Considera que el drama se desarrolla continuamente e irrumpe en la superficie en contadas oportunidades.  Por eso sus personajes llevan adelante diálogos simples, sin intriga, porque para él una intriga bien armada y bien resuelta, no resulta de su interés, ya que no es así la vida.  Porque los hombres no hacen actos heroicos a cada momento.  
 
Son las acciones cotidianas las que manifiestan nuestra personalidad por eso sus personajes principales revelan su carácter y estado de ánimo frente a los personajes secundarios y estos a su vez lo hacen también pero en cinco o seis frases, que es lo que frecuentemente dura su participación, sin romper la estructura, el ritmo, el clima ni cambiar el sentido de la obra. 
 
Su procedimiento incluye el uso de las pausas. Quitando la palabra y permitiendo que el silencio sea cubierto por un cúmulo de significados mucho más amplio que el de una palabra. Obligando al actor a actuar el silencio, obligando al personaje a vivirlo.  Y se completa con las intervenciones sonoras que intesifican los climas y revelan la vida más allá de la escena. 
 
Luego de repetidos éxitos en el Teatro de Arte de Moscú, disfrutaba de participar de ensayos y  como de colaborar en las decisiones del diseño de arte para las obras y la elección de repertorios.  Los actores le pedían consejos para la construcción de los personajes que él contestaba con respuestas escuetas y desconcertantes.  Opinaba sobre la obra y sobre los personajes, pero nunca sobra la actuación de los actores.  Cambiaba diálogos a partir de lo que veía sobre el escenario y se lo recuerda por las risas estentóreas que le provocaban las buenas actuaciones. 
 
Escribió para ellos Tio Vania, Las Tres Hermanas y El jardín de los Cerezos, que junto con La Gaviota, forman el conjunto de las obras más conocidas e importantes de su producción teatral. 
 
En 1904 muy enfermo se traslada al spa de Badenweiler en la Selva Negra, junto con su mujer Olga Knipper, una actriz del Teatro de Arte de Moscú, pese a todo en la  correspondencia  que mantenía con su hermana se mostraba animado y aseguraba que se estaba recuperando.  Tras su fallecimiento fue trasladado a Moscú en un vagón de carga que se usaba para trasportar ostras, hecho que indignó a Máximo Gorki.  
 
A pesar de su fama en Rusia, su reconocimiento internacional se produjo luego de la primera guerra mundial.   

Obra Teatral

Platónov,  obra en cuatro actos
Sobre El Daño Que Hace El Tabaco – monólogo en un acto
Ivánov – cuatro actos, gran éxito de escena
El Oso – comedia de un acto
El Pedido De Mano  – comedia en un acto
El Casamiento, escena en un acto
El demonio del bosque – comedia en cuatro actos
Tatiana Répina – drama en un acto
El Aniversario – comedia en un acto
La gaviota, – Comedia en cuatro actos
Tío Vania – obra bucólica en cuatro actos
Las tres hermanas – drama en cuatro actos
El jardín de los cerezos  – pieza en cuatro actos
Un Trágico A Pesar Suyo humorada en un acto
El Canto Del Cisne – estudio dramático en un acto
EL Camino Real – estudio dramático en un acto

Fuentes:
Prologo de Galina Tolmacheva - Anton Chejov Teatro Completo
Buenos Aires - Adiana Hidalgo Editores - 2009
ISBN 978-987-9396-87-2
 
Wikipedia
 

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