El próximo 22 de abril se cumplirán los cuatrocientos
años de la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra, quien nacido en Alcalá de
Henares, España el 29 de septiembre de 1547 supo transformarse en un clásico de
la literatura a través de su personaje más famoso, el hidalgo caballero Don
Quijote de la Mancha, sin dejar de ser un hombre de su tiempo.
El Quijote y Hamlet – escrito por su contemporáneo inglès,
William Shakespeare – son los personajes más importantes de la literatura
occidental, uno originalmente personaje de una novela, pero retrabajado en
estos cuatrocientos años en todo tipo de formatos, y el otro nacido en una obra de teatro.
“Don Quijote de la Mancha” es considerada la primer
novela moderna y el libro más editado y traducido de la historia occidental, después
de la Biblia.
Poco se sabe de su infancia, su familia vivía muy poco
tiempo en un mismo lugar en parte motivado por la búsqueda de trabajo del
padre, que era cirujano y otro poco por la persecución que los acreedores le hacían
para cobrarle las deudas. Tampoco se
sabe mucho de sus estudios, se supone que dadas las circunstancias no fueron
universitarios, pero que puede haberlo hecho en Valladolid, Córdoba o Sevilla
en alguno de los Colegios de la Compañìa de Jesùs. Son datos que se extrapolan de las
descripciones de sus escritos.
En 1566 se establece en Madrid, donde asiste al Estudio de
la Villa, dirigido por Juan López de Hoyos, que era escritor, catedrático de
gramática y seguidor de Erasmo. En estos
años realizó sus primeras publicaciones y se aficionó al teatro viendo las
piezas de Lope de Rueda.
No se sabe si huyendo de la justicia o buscando un futuro
más prometedor, viaja a Roma a fines de 1569.
Recorre Italia y luego entra en el ejército, que lo lleva a participar
en 1571 en la batalla de Lepanto donde un arcabuzazo lastima severamente su
mano izquierda. Luego de unos meses en
el hospital de Messina, vuelve a la milicia, hasta 1575, que decide junto con
su hermano Rodrigo volver a España.
La galera en la que viajaban fue interceptada por una
flota Turca, que los secuestra y lleva a Argel. Prisionero durante cinco años, intenta varias veces
escapar. Muchos de estos intentos están reflejados
en distintos personajes de sus obras de teatro que suceden ambientadas en esa
ciudad, y también en Oran. Tras
transitar varios caminos para juntar el dinero del rescate, tanto su familia
como las organizaciones religiosas que se ocupaban de eso, logran repatriar al
hermano, y más tarde en 1580 finalmente a él, que vuelve a Madrid.
En esta época trabajará para cancelar las deudas contraídas
para pagar el rescate, tendrá una hija natural con la que nunca se llevó bien y
un casamiento no muy feliz con una joven bastante menor que él, que tampoco funcionó
y del que no tuvo hijos. Fue recaudador
de impuestos y proveedor de la Armada Invencible. Estuvo preso en dos oportunidades por
confusos episodios. Sus publicaciones no
le proporcionaron un medio de vida, y en el caso del teatro, sobre todo después
de la aparición de Lope de Vega. Pero fueron
su pasión, y comenzaron a ver la luz a partir de esta etapa. Su vida personal ha sido fuente directa de
sus escritos y sus viajes le permitieron recibir influencias de autores de cada
localidad como Ludovico Ariosto y León Hebreo (Yehuda Abrabanel) y sus ideas neoplatónicas
del amor.
Si bien Cervantes escribió varias obras de teatro, su
narrativa lo ha eclipsado como dramaturgo.
No es sino hasta hace unos cuarenta años atrás que su figura resurge
como hombre preocupado por el teatro, ya sea por su interesante producción como
por las reflexiones teóricas que aparecen a lo largo de su obra.
Se destacó en la composición de Entremeses, piezas cortas
de tipo cómico que se realizaban entre acto y acto de las obras principales
para favorecer el cambio de escenografía, algo en lo que también destacaba Lope
de Rueda, a quien admiraba. Y en las “Comedias de Cautivos”,
un subgénero nacido en la España del Siglo de Oro.
En su libro Ocho Comedias
y Ocho Entremeses Nuevos Nunca Representados, de 1615, se registran sus
Comedias: “El Gallardo Español”, “La Casa de los Celos”, “Los Baños de Argel”, “El
Rufian Dichoso”, “La Gran Sultana”, “El Laberinto del Amor”, “La Entretenida” y
“Pedro de Urdemales”. Y los Entremeses: “El
Juez de los Divorcios”, “El Rufián Viudo”, “La Elección de los Alcandes de
Daganzo”, ”La Guarda Cuidadosa”, ”El Vizcaíno Fingido”, “El Retablo de las
Maravillas”, “La Cueva de Salamanca” y “El Viejo Celoso”.
Otras obras son “La Numancia”, “El Trato de Argel”. Y entre las que se encuentran perdidas, “La
Gran Turquesca”, “La Batalla Naval”, “La Amaranta o la del Mayo”, “El Bosque
Amoroso”, “La Unica”, “La Bizarra Arsinda”, “La Confusa”, El Trato de
Constantinopla” y “Muerte de Selim”. Parecería
que “La Jerusalem”, ha sido hallada recientemente, pero no está oficialmente
confirmada.
Sus obras abordaron la comedia de enredos, la vida de santos,
la pastoral, lo mágico, y las historias de caballerías. Escribió ajustándose a los postulados clásicos,
manteniendo las unidades de espacio, tiempo y lugar, sin mezclar lo trágico con
lo cómico, supo reducir los actos de sus comedias a tres, tal como pedía la
época y no desaprovechó la oportunidad de utilizar personajes alegóricos.
Se dice que murió un día antes que William Shakespeare, otro grande que nos dejo ese siglo.
Fuente
Wikipedia
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