La materia que vamos a tratar puede
referirse tanto a un Texto escrito como a un Texto oral, ya que podemos hacer
Análisis de Texto de la puesta de una obra sin tener el libro a mano.
Los interesados en hacerlo
pueden ser Críticos de Arte, Periodistas, Directores, Actores, Autores o
Dramaturgos, que es el grupo en el que nos vamos a enfocar, pero también pueden
llevarlo a cabo Investigadores, Literatos, Semiólogos, Psicólogos, etc. y es
posible que las conclusiones sean las mismas, pero no sus usos. Buscaremos posibles soluciones que nos
permitan escribir mejores obras, estimular al público para que las vea,
realizar puestas creativas y profundizar la actuación.
Para hacer cualquier tipo de
análisis es necesario tener un primer conocimiento del material que nos permita
hacer descripciones y un relato breve de lo que sucede en ella.
El relato debería poder
repasar la obra en sentido descriptivo indicando qué es lo que pasa, cuál es el
acontecimiento principal, el conflicto principal y tratar de identificar a los
personajes en función de lo que pasa, como función de la estructura procesal.
Si tenemos el texto a mano,
sería importante que la lectura se haga tal como se indica en el artículo sobre
Primera Aproximación al Material. Si el
texto es oral, sería bueno poder complementarlo con alguna explicación de lo
que los creadores quisieron lograr en la puesta.
Eso nos da una perspectiva
acerca de si lograron o no lo que se proponían,
si existen signos en el texto performativo que colaboren o impidan, a
nuestro entender, dicha propuesta.
La primera preceptiva para la
escritura de textos dramáticos, en el teatro occidental, la hizo Aristóteles,
en su obra la “Poética”, donde hace un análisis y una crítica a la Tragedia. Si bien en estos dos mil trescientos años, el
arte fue evolucionando, es bueno tomar conocimiento de qué se pensaba del
teatro en dicho momento, ya que varios conceptos se continúan usando como
parámetro para respetarlo o transgredirlo.
Vamos a rescatar ahora de ese
texto sus conceptos de Unidades que debe respetar la Tragedia, estos son: la Unidad
de Acción, la Unidad de Tiempo y la Unidad de Espacio – aunque a decir verdad,
el sistema de las tres unidades clásicas, como así se lo conoce, no fue enunciado
por Aristóteles, quien si se explayó sobre la Unidad de Acción y realizó
comentarios en referencia al tiempo y al espacio. La Unidad de Tiempo y de Espacio fueron
insertadas como tales en los siglos XVI y XVII, basándose en el libro
mencionado –.
La Unidad de Espacio, refiere
a que debe suceder toda la Acción en el mismo lugar, aunque se aceptan
divisiones del mismo, por ejemplo distintos salones del mismo palacio.
La Unidad de Tiempo, que la
Acción transcurre en un lapso no más allá del que dura “la revolución del sol”, es decir un día. (Este
es un concepto ampliamente transgredido en el teatro de hoy, no obstante es
importante a la hora de leer los clásicos).
La Unidad de Acción, refiere
aquí a la Acción en sentido amplio, a la Acción que implica la Fábula, a esa
gran Acción que quiebra el pseudo equilibrio en que se encuentra la obra al
inicio. Habla entonces que la misma debe
ser Completa, de manera que no haya nada que falte o que sobre, para su
entendimiento. Ya que aquello cuya
ausencia o presencia no se manifiesta de algún modo, no es parte del Todo. Y como consecuencia perturba al Todo. Para que la obra esté Completa debe contar
Todo.
La Acción en sentido amplio,
entonces, se trata de un Hecho Completo, con principio, medio y final.
Define Principio como el
momento que resulta por Necesidad, que es necesario que ocurra para que se
inicie la Acción, que no viene después de otra cosa sino que la otra cosa es o
llega a ser después de él.
Medio, es aquello que viene
después de una cosa y es seguido por otra cosa.
Fin, es lo que ocurre después
de una cosa por Necesidad y no tiene nada después de él, porque se ha
completado la Acción.
Indica también que la Acción
debe tener una magnitud adecuada, por magnitud se refiere a la extensión y
profundidad de lo que se cuenta o se hace, - recordar que para el Teatro Griego
lo que se decía era lo que pasaba – y que debe ser suficiente para mantener la
atención del espectador. Es el alcance
de la mirada humana en el tiempo y en la memoria, que permita retener la
historia.
Podríamos decir entonces que
para iniciar un Análisis de Texto deberíamos conocer la Estructura Dramática, y
sus elementos, y tener una pequeña descripción de la obra que nos permita
responder las siguientes preguntas:
¿Qué es lo que pasa en la
obra?
¿En qué lugar empieza, en qué
lugar termina?
¿Cuál es la acción inicial?
¿Cuál la final?
¿Qué temas aborda la obra?
¿Cómo se agrupan los
personajes?
Y además, si es posible, hacer
una relación entre la teoría que hemos estudiado: la Estructura Dramática y sus
elementos, cómo se manifiestan estos en la obra, e identificar, si encontramos,
alguno de los dispositivos dramatúrgicas que hemos analizado.