Se cumplen
hoy los 70 años de la muerte de Vasili Vasílievich Kandinski. Nacido en Moscú
el 16 de diciembre de 1866, en el seno de una familia cristiana ortodoxa de la
alta sociedad, pasó su infancia en su ciudad natal y Odesa en donde tomo clases
de dibujo y pintura, piano y violoncello.
Se graduó en Economía y Derecho y realizo estudios en Etnografía los que
le permitieron formar parte de un grupo que en 1889 realiza un viaje a Vólogda,
al norte de Moscú. Sus experiencias se recogen
en “Mirada Retrospectiva”, dice el
autor “las casas e iglesias fueron
decoradas con colores tan brillantes que al entrar en ellas, sentía moverme
dentro de una pintura”. Esto y su estudio sobre el arte popular de la
región, en particular el uso de colores brillantes sobre fondo oscuro, se manifiestan
en sus primeros trabajos.
En 1895
luego de ver una exposición de impresionistas que incluía obras de Monet y de asistir
a la representación de Lohengrin de Richard Wagner en el teatro Bolshoi, decide
dedicarse íntegramente al arte. Para
eso, se traslada a Munich e inicia su formación con Anton Azbe, tras ser rechazado inicialmente en
la Academia de Arte de Munich que recién lo recibirá más tarde en 1900.
Al año
siguiente, con la intención de introducir las vanguardias francesas (fauvismo) en
el sur de Alemania, funda el grupo Phalanx.
Sus primeros trabajos son paisajes cuya combinación de colores logran
una alta intensidad. También abreva en
temas fantásticos basados en las tradiciones rusas o en la edad media alemana, y
experimenta técnicas que parecen borrar la distinción entre forma y figura ingresando
en la composición abstracta.
A partir
de ahí, inicia un largo recorrido por ciudades y países, desarrollando diferentes
experiencias, en el marco de una sociedad cambiante, revolucionada y por
períodos en guerra. Expone sus primeras
xilografías en Berlín. Viaja por Africa,
Italia, Países Bajos y Rusia. Expone en
París. Es elegido en 1909 presidente de
la Nueva Asociación de Artistas de Munich (NKVM). En las pinturas
de Kandinsky se evidencian una gran tendencia a la plenitud por la equivalencia en intensidad de las áreas de
color y la superficie reluciente que destruye toda
ilusión de profundidad. Referencias
espaciales como la línea del horizonte, van desapareciendo gradualmente como se
puede ver en la serie de “Jinetes de Combate”
En 1911, Vasili Kandinski y Franz Marc
y otros artistas, fundaron en Múnich un movimiento expresionistas
Der Blaue Reiter (El Jinete Azul) el cual transformó el expresionismo alemán.
Influenciado
por Helena Blavatsky, la mayor exponente de la
teoría teosófica, que postula que la creación es una progresión geométrica a
partir de un solo punto, y que la verdad fundamental subyace detrás de las doctrinas
y rituales en todas las religiones del mundo; por ende, la creencia en una realidad esencial oculta tras las
apariencias, proporciona una obvia
racionalidad al arte abstracto. Y por Wilhelm
Worringer autor de "Abstracción y empatía" quien argumenta
que la jerarquía de valores al uso, basada en las leyes del Renacimiento,
no es válida para considerar el arte de otras culturas; muchos artistas crean
desde la realidad pero con un impulso abstracto, que hace que las últimas
tendencias del arte se den en sociedades menos materialistas.
En 1912
publicó “De lo Espiritual en el Arte”,
donde critica a las instituciones académicas tradicionalistas y la idea de arte
en general. Es el primer libro que describe la fundación teórica del movimiento
abstracto y habla de una nueva época de gran espiritualidad y de la
contribución de la pintura a ella. El arte nuevo debe basarse en un lenguaje de
color y Kandinsky da las pautas sobre las propiedades emocionales de cada tono
y de cada color, a diferencia de teorías sobre el color más antiguas, él no se
interesa por el espectro sino sólo en la respuesta del alma.
Al
estallar la primera guerra mundial, se refugia en Suiza, al finalizar esta,
vuelve a Rusia, donde más tarde lo encuentra la Revolución. Participa de la reforma del sistema educativo
para las escuelas de arte. Fue fundador
del Instituto de Cultura Artística de Moscú pero su corriente entró en
conflicto con la de los Constructivistas quienes estaban mejor apoyados por el Plan
de Propaganda Monumental de las autoridades de la Revolución, lo que lo llevó a
volverse a Alemania, donde se sumó a la Bauhaus, invitado por su fundador el
arquitecto Walter Gropius.
Es en ese marco que publica su segundo libro teórico, “Punto y línea sobre el plano”, (1926)
una contribución al análisis de los elementos pictóricos. Es una continuación
orgánica de su trabajo anterior “De lo espiritual en el arte”,
nombrado más arriba.
En 1931
los nacionalsocialistas iniciaron una campaña a gran escala contra la Bauhaus
que la llevó a su cierre al año siguiente.
Emigra a Francia en donde realiza una gran producción de cuadros, entre óleos
y acuarelas, pero muchos de ellos se perdieron después de que los nazis
declararon degeneradas sus pinturas. Otros
fueron adquiridos por Solomon Guggenheim, que fue uno de sus admiradores más
entusiastas.
A lo largo
de su vida, tuvo varios matrimonios y murió en Neuilly-sur-Seine (area
metropolitana de París) el 13 de diciembre de 1944.
Un artista auténtico parte de la creación como "una necesidad
interna" que habita en la punta de una pirámide de movimiento ascendente.
Esta pirámide representa un progreso en el tiempo. Lo que ayer era raro o
inconcebible es algo común hoy en día, lo que es de vanguardia hoy en día (y
entendido sólo por unos pocos) será mañana conocimiento común. El artista
moderno-profeta está solo en la cúspide de la pirámide, haciendo nuevos
descubrimientos y marcando el comienzo de la realidad de mañana. Kandinsky
estaba al tanto de los últimos desarrollos científicos y los avances de los
artistas modernos que habían contribuido a radicalmente nuevas formas de ver y
experimentar el mundo.
…en sus obras, Kandinsky pone al espectador en la situación de experimentar
los mitos épicos, traduciéndolas a términos contemporáneos con un sentido de
desesperación, ráfaga, urgencia y confusión…
En relación al “Jinete Azul”, la disyunción intencional, producida por la
forma y el color, invita a los espectadores a participar en la creación de la
obra de arte, a partir de lo que creen que ven.
Esto se convirtió en una técnica consciente utilizada en las obras
abstractas del período 1911-1914.
El análisis sobre las formas y los colores de Kandinsky resulta, no de
simples y arbitrarias asociaciones con ideas, sino de la experiencia interior
del pintor. Pasó años creando pinturas abstractas, sensorialmente ricas,
trabajando con formas y colores sin descanso, observando sus pinturas y las de
otros artistas, teniendo en cuenta sus efectos sobre su sentido del color. Esta
experiencia subjetiva es algo que el filósofo francés Michel Henry llama
"subjetividad absoluta" o la "absoluta vida fenomenológica
".
fuentes:
Wikipedia,
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