Taller de Teatro Adultos: Efemerides - ADOLFO BIOY CASARES

Adolfo Bioy Casares es un escritor argentino, muy destacado en la literatura fantástica universal. Nació en Buenos Aires el 15 de septiembre de 1914 - siendo el hijo único de una familia de hacendados bonaerenses y falleció el 8 de marzo de 1999,

Escribió su primer cuento a los once años; Iris y Margarita. Fue alumno del ILSE y cursó pero no termino las carreras de Derecho y Filosofía y Letras en la UBA.

En 1929 escribió Prólogo, manuscrito que revisó y mandó a imprimir su padre. Su vocación por las letras fue estimulada por su familia, y ya en 1933 publicó el volumen de cuentos Diecisiete disparos contra lo porvenir.

En 1932 conoció a Jorge Luis Borges en casa de Victoria Ocampo, - quien años más tarde fuera su cuñada, al casarse con su hermana Silvina en 1940. - con quien entabló una entrañable amistad, Juntos escribieron una serie de obras firmadas con los seudónimos B. Suarez Lynch, H- Bustos Domecq, B. Lynch Davis y Gervasio Montenegro;

Seis problemas para don Isidro Parodi (1942), Dos fantasías memorables (1946), Un modelo para la muerte (1946), Crónicas de Bustos Domecq (1967), Nuevos cuentos de Bustos Domecq (1977) y también a dos guiones cinematográficos, Los Orilleros y El Paraíso de los Creyentes (ambos de 1955).

La Invención de Morel (1940), su obra más famosa y un clásico de la literatura contemporánea, cuenta la historia de un fugitivo que se oculta en una isla, en donde el científico Morel tiene instalada una máquina capaz de reproducir una realidad virtual, en la que vive Fautine, mujer de la que el fugitivo se enamora. La condición para insertarse en dicha realidad, es la muerte. Solo muriendo los individuos alcanzan la feliz eternidad que propone la máquina.

Durante la década del 40, publica, los libros de cuentos, La Trama Celeste (1944), El Perjurio de la Nieve (1948) y Las vísperas de Fausto (1949), la novela, Plan de Evasión (1945), y junto a su mujer, Los que Aman, Odian (1946). Codirigió con Borges la colección El Séptimo Círculo. Y los tres compaginaron la Antologiía de la literatura fant{astica (1940) .

En los 50, publica más cuentos, Historia Prodigiosa (1956) y Guirnalda con Amores (1959) y la novela El Sueño de los Héroes (1954). Y En los 60, El Lado de la Sombra (1962), El Gran Serafín (1967) Diario de la Guerra del Cerdo (1969). Más tarde en los 70, Breve Diccionario del Argentino Exquisito (1971), Dormir al Sol (1973) El Héroe de las Mujeres (1978).

Sus últimos obras, las novelas, La Aventura de un Fotógrafo en La Plata (1985), Un Campeón Desparejo (1993) y los cuentos, Historia Desaforadas(1986), Una Muñeca Rusa (1991) y Una Magia Modesta (1998). También el libro Memorias, Infancia, Adolescencia y Cómo se Hace un Escritor (1994).

Obtuvo los premios de la Sociedad Argentina de Escritores, Alfonso Reyes y el Cervantes. Se lo distinguió como Miembro de la Legión de Honor de Francia y Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.

Dice la critica sobre su obra:

En las novelas y los relatos de Bioy se cuestionan de modo obsesivo y recurrente los estatutos del orden espacial y temporal. Sus personajes se presentan atrapados por fantasmagóricas tramas, obligados a descifrar la compleja estructura de las percepciones, en las que las misteriosas combinaciones entre realidad y apariencia rigen sus existencias cotidianas. Además de un hábil y exquisito manejo del humor y la ironía, la prosa de Bioy Casares suele ser considerada como una de las más depuradas y elegantes que ha dado la literatura latinoamericana.

La narrativa de Bioy Casares se caracteriza por un racionalismo calculado y por un anhelo de geometrizar sus composiciones literarias. El contrapunto a este afán ordenador viene dado por un constante uso de la paradoja y por un agudísimo sentido del humor. Para Bioy, el mundo está hecho de infinitos submundos, a la manera de las muñecas rusas, y la barrera entre verdad y apariencia es sumamente endeble, como se revela especialmente en las ya citadas obras La invención de Morel (1940), Plan de evasión (1945), La trama celeste (1948) o El sueño de los héroes (1954

Fueron llevadas al cine, EL PERJURIO DE LA NIEVE, con el título EL CRIMEN DE ORIBE, EL DIARIO DE LA GUERRA DEL CERDO Y EL SUEÑO DE LOS HEROES.

Repudió su obra anterior a 1940 prohibiendo su reedición.

Hoy, el juicio por su legado es digno de un relato de su pluma, de la que participan los herederos de sus hijos extramatrimoniales, la mayoría fallecidos tempranamente, sus nietos, y la persona que lo cuidó en sus últimos días, quienes pujan por sus propiedades, patrimonio cultural (su gran biblioteca) los derecho económicos de su obra y los derechos morales de su publicación, que al momento pertenecen a distintos actores, hasta que lo resuelva la justicia. Escribió en oportunidad de recibir el premio Cervantes, al recordar las esquirlas que había dejado la herencia de su abuela, "Siempre pensé que las bombas de tiempo debieran llamarse testamentos".