viernes, 18 de marzo de 2016

Efemérides - NINI MARSHALL - Veinte años de su Fallecimiento


Nacida el 1 de junio de 1903 con el nombre de Marina Esther Traveso, (en algunas biografías y en la placa que conmemora el lugar en donde vivió de pequeña: Defensa 219 - CABA, hoy Museo de la Ciudad figura como “Traverso”) Nini Marshall fue una talentosa artista, recordada por esta generación, principalmente por sus personajes llevados al cine. 

Huérfana de padre a los dos meses de edad, su madre se las arregló para brindarle una educación que incluyó clases de canto, danza española, teatro, dibujo y pintura e idiomas.  Su sueño era que estudiara Filosofía y Letras, algo inusual para las niñas en esa época.  Pero Marina se casó, con un hombre bastante mayor que ella y se fue a vivir a La Pampa.  Un tiempo después, se separó de su marido – con quien había tenido a su  única hija – a causa de su ludopatía que los había dejado en la ruina, lo que la impulsó a trabajar.  

En una época dominada por la radio y las revistas, supo desempeñarse como comentarista,  dibujante y crítica de los principales folletines que se ofrecían en los kioscos de diarios.  Su humor ácido ya se dejaba entrever en sus artículos que escribía con el pseudónimo de Mitzy.

“Mi especialidad era un poco tomarle el pelo a la gente de la radio. Tenía una página de humor a mi cargo, en la que hacía mis comentarios ilustrados con mis propios monitos, porque también me defiendo dibujando. Iba, miraba, escribía y dibujaba. Ese acercamiento, más las clases de canto que había tomado de chica, me permitieron iniciar mi carrera como cantante.”

Un año después bajo el pseudónimo Ivonne D´arcy debutó como cantante en “La Voz del Aire”,  era el año 1934, pero también alternaba en otras emisoras, principalmente en Radio Belgrano en donde recitó los textos de muchas canciones en varios idiomas.

Fue Josefina Cano Raverot, apodada Pipita, quien conducía “El Chalet de Pipita” por la Broadcasting Municipal, que le propone interpretar en su programa a Cándida, publicitando productos de limpieza.  Más tarde conoce al que será su segundo marido y diseña su nombre artístico definitivo: NINI  como apócope de Marinita, MAR por Marina y SAL por Salcedo (el apellido de su compañero) y para darle el toque final, le agrega la H y una L más.

Trabajó mucho tiempo junto a Juan Carlos Thorry, y de las muchachas que lo esperaban a la salida  de la radio para pedirle su autógrafo, surgió Catita. El dueño de la tienda La Piedad, les propuso auspiciar un personaje nuevo, y cuando se lo presentaron, pese a que no pudo parar de reírse, se negó a darlo porque “Si nosotros promocionamos a Catita, pierdo a mis clientes: ¡Son todas iguales a ella!”.   

En 1938 le ofrecen ingresar a la industria cinematográfica, algo que ella rechazaba porque entendía que no tenía la figura que el medio exigía y temía perder a su público.  Finalmente bajo las órdenes de Manuel Romero, para la productora Lumiton, filma “Mujeres que Trabajan” haciendo debutar en la pantalla grande a Catalina (Catita) Pizzafrola Langanuzzo, una vendedora de tienda, que cometía barbaridades con la mayor impunidad.




Luego vendrían otros éxitos, como “Divorcio en Montevideo”, “Cándida”, “Casamiento en Buenos Aires” una precuela de “Divorcio en Montevideo”, “Los Celos de Cándida”, “Hay que educar a Nini”, “Luna de Miel en Rio”, “Yo quiero ser Bataclana”, “Orquesta de Señoritas”, “Cándida Millonaria”, “Querer y Cerrar los Ojos”, “La Mentirosa”, “La Mujer sin Cabeza”, y “Carmen”. 

Y con “Madame Sans Gené”, una historia cómica sobre la lavandera de Napoleón Bonaparte, se hizo la película más costosa del cine argentino del momento, que incluía decorados pintados por Raúl Soldi.  

Supo trabajar con grandes elencos.  Y también con debutantes que luego serían grandes estrellas, como Zully Moreno, Pepe Biondi y las Mellizas Legrand.  

Para esa época entre 1937 y 1956, donde selló su poética personal, alternaba su labor en cine con la radio y el teatro.  Realizó junto a Juan Carlos Thorry , giras por los barrios y el gran Buenos Aires, cantando y llevando sus personajes. También lo hicieron por distintas ciudades del país, y sumando a Pedro Quartucci salieron a Chile, Perú y Estados Unidos de Norteamérica.

En teatro realizó “Carrousel de Estrellas” y “Pepe volvió con Música” colaboró en el diseño de libretos y actuó junto a Pepe Arias.  “Buenos Aires de Seda y Percal” junto a Mirta Legrand.  “La Señora Barba Azul” con producción de su tercer marido.  “Vos que lo tenés, Cuídalo!”, “Recuerdo del Viejo Buenos Aires”, “Coqueluche”, un gran éxito junto a Thelma Biral, “El Pequeño Marshall-Luz Ilustrado” junto a Jorge Luz.  “Una noche en la Radio”, junto a Carlos Perciavalle y “¿Quién apagó la Radio? Su último espectáculo.

Es considerada una de las precursoras del Café Concert, por sus presentaciones en el Gallo Cojo, un local que en los años setenta, estaba ubicado en el barrio porteño de San Telmo, donde también se presentaban, Antonio Gasalla, Eda Diaz y otros artistas del under del momento.

En 1943, fue censurada – como muchos artistas más – por el gobierno de Pedro Pablo Ramirez, y pasó a integrar las llamadas “listas negras”, por la que le prohibían así su  trabajo en las radios.  En su caso la oficina de Radiocomunicaciones le notificó las razones: «sus personajes deformaban el idioma al pueblo argentino, que no tiene capacidad de discernir».  Pese a esto en oportunidad del terremoto de San Juan en 1944, fue convocada por quienes la prohibieron, para obtener fondos para los damnificados.  Más tarde y ante la imposibilidad de continuar trabajando, hubo de exiliarse en México.  En este país, la industria cinematográfica vivía su momento de oro y ella profundizó su carrera realizando los siguientes filmes Una gallega en México”, “Una gallega baila mambo”, “Mi campeón”, ”Amor de locura”, “Una gallega en La Habana” y “Dios los cría”, También y en forma paralela condujo varios ciclos radiales especialmente en Radio Carve, en Montevideo.

En España filmó "Yo no soy la Mata-Hari".

En México vivió en la Casa Latinoamericana, un complejo en el que tenía de vecinos a Hugo del Carril, Imperio Argentina y Libertad Lamarque, con quien forjó una sólida amistad.

A la muerte de Eva Perón, quien la proscribiera la segunda vez, regresó al país en ocasión del casamiento de su hija y el nacimiento de su nieto.




Fue convocada para la realización de Películas y Programas de Televisión: “Catita es una Dama”, “Cleopatra era Cándida”, “Escándalo en la Familia”, La novela de un Joven Pobre”, “Vamos a soñar con el amor” y ¡Qué Linda es mi Familia! 

No actuó en “La Cigarra no es un Bicho” junto a Sandrini, a expensas de su esposo, por el contenido picante del libreto.  Muchos años después, se separó de Carmelo Santiago, corría el año  1968 – “poniendo fin a su vida sentimental después de tres matrimonios desafortunados” – no obstante él fue un eslabón importante en su carrera profesional ya que había producido durante el exilio dos espectáculos con los que recorrieron América Latina y España, cuatro películas, cuatro temporadas teatrales en Buenos Aires, cinco ciclos radiales y televisivos entre muchas cosas más.

En 1962 grabó para el público infantil un disco titulado Nini Marshall para los chicos.

En los mismos años, en televisión, realizó “Cosas de Mamá y Papá”, en Canal 9 donde además de actuar hizo la adaptación de la historia.  Participó de “Sábados Circulares” de Pipo Mancera.  Protagonizó “El Humor de Niní Marshall” con guiones propios, donde popularizó la expresión “Analfabestia”.

En 1940 escribió “Y se nos fue… redepente”, lo estrenó en El Gallo Cojo en los setenta alcanzando más de 1500 representaciones, luego lo llevo a la televisión y una década después edito un disco.




Durante su vida recibió innumerables premios y reconocimientos.  Y también luego de su muerte.

Su talento para reproducir los rasgos del habla de distintos sectores sociales o de colectividades fue un aporte no sólo para el humor sino también para la investigación filológica.  La Universidad de La Plata registró el lenguaje de sus personajes con esos fines.

Según el crítico cinematográfico Claudio España «Catita era dicharachera, arribista, petulante, convencida de lo que dice y de cómo lo dice. Para ella, el mundo que la enfrenta está al revés».

Dora Cerati, que compiló en media docena de compactos históricos programas de radio, expresó: «A la manera de una Mafalda adulta, Niní sacó a luz una clase social relegada a la que le hizo decir o ridiculizar lo snob, lo superfluo, pero sin groserías, sin palabras soeces, sin golpes bajos».

[]María Elena Walsh la llamó «Nuestra Cervanta» y explicó que «sólo un prodigioso dominio del idioma le permitió a Niní descalabrarlo, travestirlo y lanzarlo a las efímeras ondas del éter».[

Falleció el 18 de marzo de 1996.

Personajes

Creo mis personajes observando a la gente, prestando atención a los pequeños defectos que pueden causar risa. Yo voy a la peluquería, por ejemplo, y paro la oreja para ver lo que hablan los clientes. Es increíble lo que pueden decir allí las mujeres: están en los secadores y como el aparato les tapa las orejas y hace ruido, deben gritar para escucharse. A gritos cuentan la vida y milagros de todo el barrio. En general, yo caricaturizo lo que allí se dice, pero a veces ni me hace falta cargar las tintas, lo mismo en los transportes públicos: generalmente no viajo en ómnibus porque me reconocen y me miran, y eso me pone muy nerviosa; pero a veces me pongo los anteojos negros y doy una vuelta para escuchar a la gente. Parece mentira lo indiscretos que son. Otra fuente muy jugosa es la placita Vicente López que está enfrente a mi casa; ahí espío a las mucamitas con sus novios y obtengo expresiones, dichos y situaciones que con sólo repetirlos causan gracia.

Como recursos humorísticos, Marshall utilizaba las faltas ortográficas y gramaticales y ejercía una observación minuciosa de la sociedad de la época, para luego reflejarlas de forma exagerada en sus personajes que abarcaban todas las clases sociales. El constante cambio de la «g» por la «j» en las frases pronunciadas por algunas de sus creaciones fue algo clásico y común en ellos. Sus personajes eran estereotipos de los habitantes que estaban radicados en la Argentina desde las primeras décadas del siglo XX, entre ellos los inmigrantes europeos. Cuando a Marshall se le preguntaba cómo creaba sus personajes, respondía que era cuestión de observar y oír.

[][][][]Catalina «Catita» Pizzafrola Langanuzzo: de origen italiano, era una chismosa impenitente. Su atuendo clásico incluía ruleros y nunca veía nada bueno en la gente que estaba presente con ella.

Cándida Loureiro Raballada: humilde y exagerada, era de origen español. Se desempeñaba como empleada doméstica y siempre defendía la moral, relacionándose con la solidaridad y la justicia.

Doña Pola: una simpática anciana judía. Era dueña de la tienda «Los 3 hemisferios» y aprovechaba cualquier ocasión para hacerle publicidad a su local.

Mónica Bedoya Hueyo de Picos Pardos Sunsuet Crostón: representa a la mujer llena de modismos, costumbres aristocráticas y de buenas condiciones económicas que residen en Barrio Norte o que aspiran a pertenecer a la sociedad de clase alta. Incorporaba nuevos códigos al habla argentina como «podéme» o «tarúpido» y expresaba fonemas como por ejemplo «depre» y «porsu».

Belarmina Cueio: joven provinciana y empleada doméstica de la Niña Jovita. Algo mentirosa, torpe y a menudo reprendida por su jefa, que en ocasiones la castigaba físicamente. Las obligaciones de la vivienda y el cuidado de su loro conformaban su ocupación. De este personaje, Marshall decía: «surgió en mi mente en los años en que estuve viviendo en el interior».

La Niña Jovita: acompañada de su loro Romeo, mantuvo siempre su deseo de asociarse con un caballero que enamore «su corazón ingenuo de dama antigua». Según la propia Marshall, surgió de la observación de las amigas solteronas de su tía.

Gladys Minerva Pedantoni: era la alumna más estudiosa de la clase. Desenfadada y vanidosa, obsequiaba regalos a sus maestras y era el centro de las bromas de sus compañeros.

Doña Caterina Gambastorta de Langanuzzo: abuela de Catita, viuda cuatro veces. A pesar de tener 90 años y haber permanecido mucho tiempo en Argentina, conservaba su acento italiano.

Don Cosme: un italiano de voz ronca, papel que abandonó pronto por consejo de su fonoaudiólogo.

Lupe: una joven mexicana sufrida y enamorada de su esposo Margarito, ebrio y haragán que la obligaba a trabajar.

La Bella Loli: actriz de varieté pasada de moda.

Giovannina Regadiera: recreación de una soprano italiana.

Fruelain Frida: una alemana dueña de un perro de raza dachshund.

Mingo: hermano travieso de Catita.

Miss Mc Adam: también llamada Bárbara Mc Adam, fue una refinada señora inglesa considerada una lady que visitaba México con vestidos y sombreros extravagantes. Fue muy popular su frase: «¡Beatiful!».

La Loli: una cupletista española excedida de peso.

Fuente:
Wikipedia

No hay comentarios:

Publicar un comentario