A
pocos días del sesquicentenario del nacimiento de Luigi Pirandello, recordaremos
al autor con la lectura y análisis de su
pieza teatral más significativa: SEIS PERSONAJES EN BUSCA DE UN AUTOR. Siendo esta, la primera de la trilogía que se
completa con CADA CUAL A SU MANERA (o Cada uno a su manera, según la
traducción) y ESTA NOCHE SE IMPROVISA, que marcan un giro en la dramaturgia de
la época que se debatía entre el romanticismo, el simbolismo, el naturalismo, y
el realismo, constituyéndose en otro escalón hacia el desarrollo de La
Vanguardia teatral, que dominaría el siglo XX.
Aunque
Orio Vergani, hermano de la actriz que estrenara la obra, y amigo de Pirandello
cuente en L`ora dei “Sei personaggi”,
que la obra se escribió en tres días, uno por cada acto, se conoce que el
proceso de elaboración fue bastante largo y el procedimiento que marca la
novedad (la inclusión de personajes de fantasía que interactúan con personajes
reales) tiene antecedentes en su
narrativa a partir de 1906 y en sus cartas casi veinte años antes. Por otra lado, la obra que nos llega a
nosotros, fue reescrita por su autor en 1925 – cuatro años después de su
estreno – contando con la incorporación de un prólogo y el material
correspondiente a las acotaciones de actores y escenógrafos que montaron la
obra en esos años y que Pirandello juzgó que mejoraban la comunicación de su
idea. (1)
La
obra es una tesis del teatro moderno, el rol que juega el personaje del Director
en la obra, se anticipa a la concepción del rol del director actual, rol que no
se concebía en la Italia de ese momento.
Dice María Teresa Navarro Salazar – Doctora en Filología Italiana – “Seis personajes es un hábil drama a la vez teórico
y empírico que versa sobre los elementos de la moderna dramaturgia, enfocados
desde nuevas perspectivas: el autor, el director de la compañía, la
construcción del texto escrito, y su concordancia con el texto escénico, la
actitud de los actores, la manera de llevar los ensayos, la representación, el
tinglado teatral con sus componentes materiales y humanos, decorados, decorador,
tramoyista, electricista, etc.., los límites del teatro. Aborda también el juego del arte entre la
ilusión y la realidad, la autonomía del personaje dramáticamente “realizado”,
el doble drama de los personajes reales que no se sienten representados por los
actores y amplifica el problema de la identidad de los personajes, más reales
que los mismos actores, al haber quedado ya “fijados” y no tener que luchar
contra el fluir del tiempo. Por lo que
se refiere al espacio teatral, en Seis Personajes… se produce una ampliación
del ámbito escénico con la inclusión no solo del patio de butacas…” “… sino con
la integración en la òrbita de la representación del foyer del teatro…” (1)
Entonces el próximo miércoles 28 de junio en clase leeremos algunos pasajes – es recomendable
que ya hayan hecho una lectura previa en sus casas – y analizaremos la obra, que
fuera estrenada por la compañía de Dario Niccodemi el 9 de mayo de 1921 en el
Teatro Valle de la ciudad de Roma.
Quienes no la consigan, pueden
solicitar una copia por mail escribiendo a
recordándome quienes son en el
cuerpo del mail.
Se sugiere que repasen en la
medida de lo posible, de los Apuntes del Blog, “la Estructura Dramática y sus
Elementos” (son varios artículos) para facilitar el debate, y los de análisis
de texto.
Fuente
(1) Luigi Pirandelo
Seis personajes en busca de un autor
Madrid – Editorial EDAF – 2013 – ISBN 978-84-414-2812-6
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