El pasado 8 de octubre se cumplieron
diez años de la trágica desaparición – a sus dieciséis años - de la joven
poetisa, Delfina Goldaracena.
Nacida el 21 de septiembre de 1990, en
el seno de una familia de artistas, su mamá también escribe, y era bisnieta del
arquitecto catalán Lluis Domènech i Montaner (“Palau de la Musica Catalana”, “Hospital de la Santa Creu i Sant Pau”, etc)
. Delfina escribía poesía desde los siete años.
Dice Raul Heraud
Para escribir poesía a
los siete años es necesario poseer un espíritu ancestral, porque sólo los
elegidos pueden interpretar el mundo y maravillarse ante su creación. Los
poemas de Delfina son pequeñas obras de arte que descubre a su paso por la
vida. En el poema “los patos”, escrito también a los 7 años, Delfina retrata
absorta -como delineando sus primeros trazos- toda la plasticidad de aquellas
aves que acercan su tránsito hasta sus juveniles ojos, simbolizando tal vez el
deseo por ir más allá de lo imaginable, interpretando el ejercicio del vuelo de
una bandada de patos como un acto sagrado, reservado, según ella, solo para
crías de ángeles, que sepan descifrar el lenguaje del viento. El asombro y la
fantasía interactúan como elementos fundamentales para el desarrollo psíquico y
emocional en los niños, en el paso de lo concreto a lo abstracto radica el
origen de una nueva interpretación del mundo:
Y allí estaban
Los patos goceando de la vida
Volando al compás del viento
Los patos goceando de la vida
Volando al compás del viento
en fabulosas
bandadas
con esas alas que tienen
con esas alas que tienen
tranquilamente
vuela
ni muy rápido ni
muy despacio
viven sobre el
aire
duermen sobre el aire
duermen sobre el aire
y deben tener
ángeles de cria.
Qué lindo sería
ser un pato
Y saber todos los secretos.
(Los patos)
Y saber todos los secretos.
(Los patos)
Un análisis de su obra se puede encontrar en el blog del crítico:
Dulce e inquieta como la primavera, apasionada
por las palabras, contagiaba poesía allí donde su espíritu cordial y solidario la
llevara, siempre dispuesta a hacer algo más y marcar una diferencia.
Su primera publicación fue a los
ocho años, cuando Editorial de la Flor, incluye un poema suyo en la “Antología de Poesia en el Subte”.
La luz de la
noche apunta al espacio
las abuelas
con dientes juegan
conmigo a la
pelota
el sol es
negro como la tinta
los anteojos
caminan hacia el público
(La luz del
teatro)
Ese mismo año integró también la Antología de la Casa de la Poesía del
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
En 2002 publica en la Revista de Poesía La Guillotina. En 2007 un único libro póstumo, “Tiempo
Efímero”, recoge su poesía completa.
Obtuvo premios literarios en los
Colegios St John `s y Southern Cross, y también en 1999 en el Club Náutico San
Isidro, cuando contaba con tan solo nueve años:
Me arranco
las sombras
me arranco lo
que fui
me arranco el
pecho y con él se va el alma
saco la
tierra
mi cara se
cubre de polvo
mi mano se
desvanece como la sangre
mis pies se
queman como arena
pierdo la
mirada
y con ella el
olfato y la gracia
mi ser va por
los caminos desnudos
me arranco el
lápiz y con él se va la vida.
(sin nombre,
1999)
Y en la categoría adolescentes del
concurso de poesía que realizara la Municipalidad de San Isidro en
conmemoración por los 300 años de la fundación del partido.
Como un banco
de arena
deteniendo el
tiempo del río profundo
dejo que el
agua
tonifique la
sangre
(fascinación
macabra)
Caminábamos
Tratabas de darme las voces
del viejo pueblo
Casa Negra,
decías
cuando buscaba
el carretel
que me
devolviera tu lengua
Esa casa
negra
nosotras mismas
madera dura
donde mueren
las historias
Madre,
descansa tu mirada
La niña
elegirá sus colores
Y te llevará
a volar
De la mano
para que
juntas
cultiven
una y otra
vez
lo absurdo
lo
irreverente
dejando que
los juncos
absorban los
años
y el río
les imbuya
palabras de agua
y que el
tiempo
evapore la
memoria
entre tus
manos.
(Tiempo
Efímero II)
Colaboraba activamente con APOA,
Asociación de Poetas Argentinos, en sus programas de difusión de la poesía, realizando
lecturas en espacios poéticos. Hoy el
certamen que impulsa dicha entidad desde hace algunos años, Olimpíada Colegiales
de Poesía, lleva su nombre.
Víctima junto a ocho compañeros de
escuela y una maestra en la conocida tragedia del colegio Ecos, el micro en el
que regresaban a Buenos Aires después de un viaje para realizar tareas
comunitarias en una escuela del Chaco, colisiono con un camión que zigzagueaba
por la ruta nacional 11. El hecho
movilizó a conocidos artistas para generar conciencia y promover un cambio
tanto de infraestructura como de medidas a tomar para que sucesos como este no
vuelvan a suceder. El año prescribió la
causa judicial sin resultados claros sobre las responsabilidades de los actores
que provocaron la tragedia. No obstante
quienes conocieron a los chicos, directamente o a través de sus parientes y
amigos, continúan la labor concientizadora.
La poesía de Delfina, transitaba distintos
motivos: la vida, la muerte, la naturaleza, las pasiones, especialmente la suya
por escribir, la sencillez de la vida, las preguntas esenciales con o sin
respuesta, el descubrimiento desde una mirada aparentemente ingenua de un mundo
que generalmente nosotros no miramos y que no parecen escritas ni por una niña
ni por una adolescente, pero que sí lo era. Hay ahí también, mensajes de agradecimiento, de
consuelo y también juegos. Quizás la
poesía que más me impresiona a mí, es una escrita algunos días antes de su
viaje:
Se esconde el tiempo.
y sigo escribiendo
este poema
Compartire este viaje
y toda la magia
No me arrepiento
(Septiembre de 2006)
Luis Alberto Spinetta, la recuerda en este video.
Fuente:
Delfina Goldaracena - Tiempo Efimero -
Buenoa Aires - Crawl -2007 - ISBN 978-987-23013-2-3
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