Publicado
en 1981, por la editorial Plus Ultra, “El Teatro en la Educación”, un libro de
Roberto Vega, vino a llenar un vacío para
aquellos docentes, sin formación actoral, pero interesados en llevar el teatro
al aula, ya fuera como herramienta pedagógica o como potenciador para el
desarrollo de juegos – otra materia que ya se usaba en la currícula y que
todavía hoy no logra su independencia a pesar de la conciencia de la necesidad
de aprender a aprender –También fue
material de orientación para actores que se iniciaban en la docencia con niños
o con adultos.
Durante
los treinta años posteriores, de su publicación, el teatro ha logrado hacerse un lugar en el
diseño curricular e impartirse como materia independiente dictada por
profesores especializados, el autor ha seguido su derrotero y nos ha inspirado
con otra cantidad de libros que abarcan desde los derechos del niño con
respecto al teatro, la educación a través del juego, o técnicas y experiencias
de practica teatral y expresión popular en América Latina. No obstante, este libro no ha perdido su
vigencia como primer escalón para entender la actividad.
En
apenas menos de 100 páginas logra transmitir un conocimiento claro acerca de la
importancia de la creatividad, la potencialidad del juego como herramienta y
los objetivos de la educación. La
necesidad de la capacitación de los educadores, una síntesis de su curso de
Teatro en la Educación, una batería de ejercicios para realizar de acuerdo a
las edades de los concurrentes y pautas para que el docente elabore sus propios
ejercicios. También da consejos para el
montaje de pequeñas puestas teatrales.
Roberto
Vega, nació en Buenos Aires el 10 de noviembre de 1943, se inició como actor,
director y autor de espectáculos teatrales pero rápidamente su carrera se
desarrolló como educador a través del arte, especialmente en teatro y juego y
generalmente sus alumnos eran otros educadores que tomaban sus conceptos para
trabajar con el educando.
Dictó
talleres teatrales en Buenos Aires y Latinoamérica y escribió varios libros entre
los que se destacan: “El teatro en la Educación”; “El Teatro en la Comunidad”; “Escuela,
Teatro y Construcción del Conocimiento”; “El Juego Teatral. Aporte a la
Transformación Educativa”; “Pequeño Explorador” que contiene siete obras de
teatro para niños, entre las que se encuentran El Niño Sol y Pequeño Explorador;
“Comunicación e Intercambio del Saber”; “El Juego Teatral, compromiso, disfrute
y aprendizaje”; “Teatro y Derechos de Niños y Jóvenes”; y es coautor de
“Práctica Teatral y Expresión Popular en América Latina”.
Fue
socio fundador de varias organizaciones vinculadas al teatro para niños, y a la
educación: en 1983, la Asociación de Críticos
e Investigadores Teatrales y El Centro Argentino para el Teatro de la Infancia
y la Juventud CATIJ (1983), que luego deviniera en la Asociación de Teatristas
Independientes para Niños y Adolescentes ATINA (ASSITEJ Argentina), y en 1987
la Asociación Argentina de Literatura para la Infancia. Dirigió más de cuarenta espectáculos, por los
que recibió varios premios, entre ellos: el premio Talia por la dirección de Espantapájaros
de Oliverio Girondo, antes había recibido también premios por su obra El Niño
Sol, como director y mejor espectáculo en el IX Festival de Espectáculos
Infantiles de Necochea (1968). En 1980 recibe el premio Moliere, en 1991 el
premio Konex por su labor en el ámbito infantil y en 2006 el premio Teatro del
Mundo por su trayectoria.
Para
ver su biografía ampliada sugerimos ver el link de la Fundación Konex
Reproducimos
a continuación un fragmento de una nota realizada por Marisa Rojas para la
Revista Planetario el primero de agosto de 2007, que resume los principios en
que se basa la labor que ha realizado a lo largo de toda su vida.
01-08-2007
| Educación - Madres y Padres
El
teatro en la educación: Cuando el saber es compartido
Desde hace treinta años, Roberto Vega trabaja en el fomento del
juego teatral como herramienta educacional, lejos del tradicional modelo
verticalista donde el docente enseña y el alumno aprende. La metodología del
juego teatral habilita un espacio donde juego, saber y placer se funden en una
misma línea, en permanente expansión.
Por Marisa Rojas
¿Qué tipo de aportes ofrece el teatro como herramienta para la
educación?
La metodología del juego
teatral permite revisar de algún modo los tipos educativos a los que estamos
acostumbrados. Quisiera aclarar que en el comienzo de todo este trabajo ha
estado un poco la casualidad porque lo primero que yo escribí, hace algo más de
treinta años atrás, fue una obra de teatro -El niño sol- donde lo que hice fue
poner en escena el modo en que a mí me hubiera gustado, como alumno, que me
enseñaran Historia: un tipo de enseñanza donde el docente tuviera en cuenta a
su auditorio, donde el respeto por el otro fuera lo primero. Nosotros estamos
habituados a vivir en una dependencia cultural y pedagógica muy grande; claro,
en las relaciones de saber, en la ‘pelea' por el conocimiento, hay de base
relaciones de poder muy fuertes, por eso es difícil cuestionar este modelo de
enseñanza. El problema es que se habla y se escribe tanto con terminología
propia del emisor que queda marginado el que lee, el que escucha. En cambio, a
través del juego, de la puesta en escena, de la salida de la letra al hecho
visible, y de la necesidad del trabajo en equipo que implica el teatro, se abre
un espacio para el saber y el aprender desde el juego y el placer.
¿Cuáles son los objetivos, las herramientas y las etapas de
trabajo de la metodología de juego teatral?
Bajo la premisa de que
crecimiento, y por lo mismo conocimiento, es lo opuesto a dependencia, el juego
teatral se desarrolla de la participación a la autonomía. El objetivo de esta
metodología, que nada tiene que ver con la formación de ‘actores' ni tiene
relación alguna con el desarrollo de actitudes artísticas, es poder lograr un
espacio para la comunicación y la libre expresión entre las personas de forma
tal que puedan crecer como seres humanos. La intención es buscar, y encontrar,
en lo que se hace, un pensamiento auténtico. En la primera etapa, el acento
está puesto en el juego. La metodología de trabajo va de la acción a la
reflexión y siempre se trabaja en equipos, por ejemplo: se subdivide un grupo
en seis subgrupos, se les da a todos una misma consigna, una consigna que aúne
cierta enseñanza con su realidad concreta, y luego cada uno representa, pone en
escena, lo que esa consigna ha disparado en ellos en término de acciones, cada
equipo recibe al finalizar una devolución del resto de los grupos y del
coordinador general y así sucesivamente. Todos actúan y todos reflexionan y uno
a uno pero entre todos van aprendiendo.
¿Qué posibilidades abre este tipo de trabajo en materia de
educación, sea esta formal o comunitaria?
Cuando pueden expresarse
libremente esos saberes, esas dudas, esos sentires de cada grupo aparece el ‘yo
puedo' de cada comunidad y de cada integrante de la misma que así se vuelve
protagonista, deja de ser objeto -de enseñanza, de formación, de derecho, etc.-
para pasar a ser sujeto porque encuentra que hay un sentido en eso que aprende,
que escucha, que dice. Y entonces hay placer en el aprender. Si se logran
construir lazos sólidos, relaciones de confianza entre los miembros del grupo,
luego el aprendizaje sucede casi sólo. Por eso no hay ningún punto de llegada,
sino que lo que se haga sea propio y auténtico. En la escuela tradicional lo
que importa es la currícula, acá lo que interesa primero es la persona,
interesarse en la vida misma para poder, luego, interesarse en saberes y,
después, en saberes específicos. Y cuando se trata de poblaciones de riesgo,
como es el caso de las villas miseria o de las cárceles, el trabajo primero en
la autoestima es fundamental. Quien logra tener autoconfianza logra aprender y
quiere aprender más allá de y sin miedo a las equivocaciones.
¿Y cómo es el trabajo con los formadores considerando los tipos
tradicionales de enseñanza que, tal como ud. ha señalado, esta metodología del
juego teatral cuestiona?
No puedo hablar de
variables fijas al respecto. A grandes rasgos puedo decir que en la educación
no formal, en la formación de formadores comunitarios, el trabajo de algún modo
es más simple porque no hay una institución de base, y si la hay no aprieta
tanto en los contenidos, como sí puede hacerlo el peso de todo el sistema
escolar. Igual, siempre lo primero es la actitud personal del formador. El
primer problema a resolver es la confianza, creado un vínculo confiable, más
allá de preconceptos y viendo el trabajo en acción, se puede empezar a
construir. Yo insisto, esto es de la acción a la reflexión, por eso hay que
vivenciarlo, sin prejuicios, lejos de la teoría, porque para este tipo de
metodología los conceptos se construyen desde las acciones. Aquí no hay
definiciones de autores, hay acción y prácticas propias
En su último libro -Teatro y Derechos-, ud. hace hincapié en la
importancia de, a través del juego teatral, llevar a acciones la letra. Habla
de trabajar con los niños de modo tal que todos conozcan sus derechos, para que
puedan saber cuándo estos les son cumplidos y cuándo les son vulnerados ¿Cuál
es el aporte aquí del juego teatral?
De lo que se trata es de
poder vivenciar situaciones cotidianas, a través de la dramatización, y así
poder reflexionar al respecto de forma tal que la letra de la ley pueda ser
realmente incorporada a la cotidianeidad de cada niño, niña y adolescente. Los
formadores realizan talleres donde se motiva a los chicos con distintos
materiales, historietas, cuentos, relatos populares, lo que se busca siempre es
el anclaje con la realidad de cada grupo. Saber motivarlos para que piensen y
reflexionen es fundamental. Paulo Freire decía: “La educación pasa por el
educando y no por el educador”. Esto significa que la educación no tiene que
ser bancaria, no es para depositar conocimientos; por eso no se trata de
repetir lo que otros dicen ni de convertirse en esos modelos que nos han
enseñado, sino de formar seres autónomos, capaces de aprender por sí mismos.
Fuente
http://www.revistaplanetario.com.ar/news/view/el-teatro-en-la-educacion-cuando-el-saber-es-compa
El Teatro en la Educaciòn - Roberto Vega - Editorial Plus Ultra
Pequeño Explorador - Roberto Vega - Editorial Ameghino - ISBN 987-9216-81-4
El Teatro en la Educaciòn - Roberto Vega - Editorial Plus Ultra
Pequeño Explorador - Roberto Vega - Editorial Ameghino - ISBN 987-9216-81-4
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