Hemos visto que para comenzar a Improvisar, debemos acordar con nuestros compañeros de escena como mínimo dos puntos básicos (definir el espacio escénico y las relaciones entre los personajes) y tener presente que debemos tener un conflicto. Si queremos podemos definir más cosas, pero las antedichas, conviene no saltárselas si queremos un desempeño exitoso del trabajo.
Entonces para Improvisar tenemos Acuerdos, pero para Jugar hay Reglas. Y las Reglas deben cumplirse bajo riesgo de ser expulsados del Juego.
Antes de pasar a las Reglas, vamos a detenernos en dos conceptos:
El primero se refiere a que hay un Espacio de Juego, así como en algunos deportes existe una cancha.
Como usualmente trabajamos en el mismo aula, el Espacio de Juego corresponderá a todo el aula, excepto los bordes, dejaremos un perímetro de por lo menos tres baldosas, de manera que quien necesite salirse del juego, puede ir a los bordes y eso será suficiente código para que todos entendamos que ese jugador no juega más.
Entonces podremos decir que existirá un Espacio de Juego y un espacio de observación
El segundo esta relacionado a la vestimenta correspondiente a los jugadores. Estos tendrán que hacerlo con ropa cómoda, que les permita tirarse al suelo, etc. No puede llevar puesto para jugar, relojes, pulseras, anillos, piercings, aros, cadenas, colgantes, collares, llaveros, cinturones, ni ningún elemento que ocasionalmente pueda lastimar a otro jugador o a si mismo. No se puede masticar chicle, ni caramelos, ni nada parecido a no ser que sean objetos definidos por el juego a realizarse en la inmediatez.
Primera Regla;
Segunda Regla:
Tercera Regla:
Cuarta Regla;
Quinta Regla:
Reguladores del Juego;
El primer regulador es el Jugador, cada uno sabe hasta donde es capaz de jugar, que situaciones se va a permitir y cuales no, y cuando es el momento oportuno para correr los límites, tomar riesgos, etc. También cada uno se hace responsable por las Acciones que lleva a cabo su Personaje y las consecuencias que puede generar.
El segundo regulador es el Grupo, como Jugador, debo tener registro del juego que se desarrolla, tanto del propio como del que me rodea, de manera que ante la existencia de una Acción importante, debo tener un nivel de respuesta adecuado a las circunstancias. Es inaceptable evadir dichas respuestas.
El Tercer regulador es el Coordinador del Juego. Este por definición no participa del juego aunque se encuentre dentro del espacio y conducirse entre los jugadores (tal como lo hace un árbitro en futbol). Su participación, está vinculada a los dos reguladores que siguen;
Consignas Generales (Cuarto regulador) y
Consignas Particulares (Quinto regulador)
Las Consignas Generales son disparadores del juego. Son propuestas para enmarcarlo, para obtener un punto de partida, manchando la página en blanco. Son ideas para que el jugador organice su juego. Pueden ser tomadas por este o también puede dejarlas pasar, en espera de otra más movilizadora o porque le cueste adaptar el juego que está desarrollando a la consigna. Muchas veces para inspirar a distintos jugadores se proyectan Consignas Generales diferentes y puede resultar complicado amalgamarlas todas juntas. Tampoco importa mucho si es escuchada o no. Si es importante el Coordinador la repetirá las veces que sea necesario, en distintos lugares en donde se desarrolla el juego y a distintos volúmenes de voz.
Las Consignas Particulares, tienen carácter correctivo, aparecen cuando el Juego individual toma direcciones inadecuadas para el desarrollo del Juego grupal, o para evitar una situación de riesgo, por lo que deben ser acatadas inmediatamente. El Jugador deberá hacer las modificaciones necesarias para incluir la Consigna Particular al desarrollo de su Juego individual y transformarlo.
Es importante entonces que tengamos muy presente en la memoria lo dicho en este artículo a la hora de empezar a Jugar.